˗ˏˋ ★ 𝟰𝟬 - 𝗲𝘀𝗰𝗲𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗲𝗹𝗼𝘀 (𝘆 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗺𝗮𝘀) ★ ˎˊ˗

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Me senté en el sofá de la casa de la mamá de Mateo, intentando mantener la calma mientras Matías me analizaba desde otro sillón a mi izquierda. El aire en la casa estaba pesado y húmedo, con un olor a encierro y a humedad que me provocaba náuseas.

— ¿Estuviste tomando? — indague percibiendo el olor a alcohol intenso que había en el aire

— ¿Ahora te importa? — se rió mirando sus manos — ¿no vivis conmigo hace un montón y te crees en la posición de hacer esas preguntas?

No vine a pelear, Mati — le dije, intentando sonar lo más natural posible — vine a... contarte algo

Matías me miró con una expresión de molestia y noté cómo sus músculos se tensaban.

— ¿Qué es lo que la señorita viene a contarme? — hizo una mueca para que yo siguiera hablando

Me sentí un poco asustada por su reacción, pero sabía que tenía que mantenerme firme. Respiré profundamente y comencé a hablar.

Me voy con... Mateo a Paris — susurre pausadamente mientras jugaba con mis dedos algo nerviosa — soy su nueva corista y... te lo cuento porque es importante para mi y no quería que malinterpretaras la... la situación

— ¿Qué? — gritó, haciendo que su voz resonara en toda la habitación. — ¿te vas con mi... hermano a París? ¿sin siquiera hablar conmigo sobre esto?

Posteriormente, se levantó de su asiento y se acercó a mi rápidamente. Me sentí un poco asustada por su reacción, así que me eché hacia atrás en el sofá, intentando alejarme de él.

Matías, por favor... — intenté calmarlo, pero él no me dejó hablar.

— ¡No! — volvió a elevar la voz golpeando, a puño cerrado, la parte del sillón que estaba detrás de mi — ¡no te vas a ir con él, te prohíbo que lo hagas!

Es una oportunidad que no puedo desperdiciar... la música es...

— ¿No te das cuenta de que quiere alejarte de mi? — consultó mirándome a los ojos — es... es una mala persona

Yo... yo no debí venir — dije levantándome del sillón y caminando hacia la salida — esto fue un error

No debí descuidarme.

Ni darle la espalda.

— ¿Adónde vas? — consultó agarrandome del pelo y tirándome al suelo para arrastrarme — ¿te pensas que pones ir y venir cuando vos quieras?

Boludo soltame... duele — titubee comenzando a soltar unas cuantas lagrimas

— Te quiero lejos de Mateo, Nicole, lejos — repitió — te lo dije una... te lo dije dos veces... y no entendes, ¿te gusta que te peguen? porque si necesitas eso para entender... lo puedo hacer yo y puedo hacer que lo hagan también

S... soltame — le pedí una vez más — yo.. yo... Mateo es mi mejor amigo

Me levantó de los pelos, y me dio una cachetada que hizo sangrar la herida del pómulo que Mateo había curado.

— Bueno entonces anda y decile a tu amiguito, ya que eso es lo único que sabes hacer — me amenazo — que le va a ir peor que a vos... porque ese no tiene códigos... no sabe respetar a su propia familia

Sos una basura — exclame para luego escupirlo — yo... no sé cómo no vi esto antes

Matías me soltó, y sin razón alguna comenzó a llorar, tapándose la cara con las manos.

— Que... que vergüenza mi amor — sostuvo entre sollozos — yo... no sé qué me pasó, te pido perdón

Estas loco, Matías... — me reí sin creer su cambio de actitud, mientras me limpiaba la sangre que recorría mi mejilla — tenes unos cambios de humor que... que no se

— Te juro que voy a cambiarme agarro de las muñecas pero sin presionarlas — te lo juro

— Me voy a ir a Paris con Mateo... y no quiero verte ni saber nada de vos hasta que vuelva — dije soltándolo

Matías se puso pálido, su rostro se descompuso y sus ojos se llenaron de lágrimas. Me miró con una expresión de desesperación y suplicio.

— Por favor, Nicole... — dijo, su voz temblando. — no me dejes... yo te amo de verdad

Me sentí un poco incómoda por su reacción, pero no me di cuenta de la gravedad de la situación.

Te voy a llamar cuando vuelva — le propuse sin dejar de sonar firme — pero por ahora, necesito espacio.

Matías asintió, su rostro todavía pálido y descompuesto. Me miró con una expresión de tristeza y derrota.

— Está bien — susurró dándome un abrazo del que me separé a los pocos segundos — voy a esperar ansioso a que estés de vuelta

Me di la vuelta y salí de la habitación, dejando a Matías solo con su tristeza y procesando todavía todo lo que había sucedido.

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no chicas, a mi m pone re triste escribir estas cosas, pero son necesarias para q después cuando pase algo más adelante ustedes no me digan: wtf mili en q momento este se volvió tan violento

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora