Capitulo 13: Charla pendiente

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POV de Annie:

Pasaron unos días, para mi alivio últimamente ya casi no tenía pesadillas, tampoco veía fantasmas, alguna vez mirando de reojo ese espejo en mi habitación podía ver una figura, seguramente Marco pero ignoraba verlo, solo me hacía sentir peor. Aquella pesadilla de Armin apareciéndose por Marley y volando la ciudad tampoco se presentaba.

Había estado hablando con mi padre sobre la misión que vendría, el tener que ir a la guerra contra la Alianza de Oriente Medio, ciertamente no era un secreto para nadie, la mayoría de eldianos lo sabían ya que muchos de ellos estaban enlistados. La diferencia era que la mayoría de ellos no tenían un entrenamiento especial como los mocosos como Zofia, el chico Falco o la prima molesta de Reiner, básicamente el resto iban al matadero.

Los eldianos iban a ser carne de cañón en una guerra para luchar por los intereses de Marley, ellos tontamente creian buscar algún beneficio al servirle a la madre patria Marley cuando solamente eran usados como ganado en el matadero. Mi padre en un principio se preocupó acerca de mi regreso a la batalla pero sabía que no tenía alternativa, todos los guerreros iban a estar involucrados, yo no sería la excepción. Aunque no le dije que si no cumplía como se debía iban a quitarme el titan o al menos con eso me habían amenazado. Pero eso no iba a ocurrir no iba a permitirlo y además no ganaba nada con decirle a mi padre, lo único que he hecho con el tiempo es preocuparlo.

Era de noche pero no tenía ganas de dormir tampoco quería estar en esa habitación, mi padre se había ido a acostar así que empecé a caminar por la zona de internación de Liberio, mire el cielo estrellado, era algo que realmente apreciaba después de estar en aquella roca durante años, el poder sentir la brisa golpeando mi cara y observar las estrellas en los cielos. Me daba una paz enorme, algo que últimamente me costaba encontrar.

El cielo nocturno, las estrellas eran hermosas y pacíficas donde sea, en Marley, en Paradis, en todas partes. Mientras caminaba, los pocos eldianos que se veían me miraban con miedo o me saludaban respetuosamente, además de ser una guerrera y por ende una marleyana de honor, la gente parecía tenerme respeto por lo que había hecho en Paradis. Las palabras de admiración de esa chica Zofia que conocí gracias a Pieck regresaron a mi.

¿De verdad era alguien tan admirable? ¿que hay de admirable en mi? Intento buscarlo realmente pero no encuentro esa cualidad, incluso bajo la estupidizada lógica marleyana no había nada heroico en mi accionar, fracasamos de forma gigantesca en esa misión. Era algo que realmente no me importaba después de todo, solamente los usaba para obtener estatus y que mi padre tenga una buena vida.

¿El haberme cristalizado para no dar información al enemigo? ¿por eso esta gente me valora tanto? quizás sea eso, aunque ciertamente estaba harta de pelear y cuando la legión me atrapo, solo seguí mi instinto, lo que me habían enseñado en el entrenamiento en Marley, pero estaba cansada y mas sabiendo que quizás nunca vería a mi padre otra vez, quizás una mezcla de todo eso por eso me cristalice en lugar de dejarme capturar.

Termine saliendo del gueto, se veía una imagen asquerosa, cerca de la entrada habían hombres marleyanos la mayoría de ellos, borrachos, manoseando y tratando como muñecas de trapo a mujeres eldianas, estos hombres se aprovechaban de su estatus para utilizar de forma asquerosa a las mujeres eldianas, varios de ellos me dieron miradas lascivas pero al ver mi brazalete rojo y mi mirada estoica ninguno se atrevía a decirme algo, con repugnancia pase ante ellos.

Yo soy una chica adoptada, después de todo, soy mitad eldiana y mitad marleyana, mi madre se acostó con un eldiano y no se lo perdonaron, tal aberración no era permitida. A mi padre biológico lo ejecutaron y mi madre supuestamente la encerraron de por vida en algún lugar, no sabía bien que había pasado con ella, solo sabía que me habían largado a la intemperie como si fuera un animal. Camine tanto que ni me di cuenta que había avanzado tan lejos, llegue a una zona donde se veía el mar, pude ver algunas personas a mis costados pero no me importaba, nadie me había dicho nada. Solo me encontraba ahí, yo sola, frente a la brisa del mar en la noche estrellada.

Tú, del otro lado del mar (Aruani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora