Las reinas mortales
Al día siguiente, cerca del mediodía, cuando volví a salir de la habitación encontré un gran revuelo en la servidumbre, que limpiaba toda la casa —sobre todo la planta baja— lo más profundo posible y a toda velocidad.
Un poco confusa, me dirigí al invernadero, al encuentro de Elain.
—¡Oh! Hola Aeguir, ¿qué tal amaneciste? Me saludó, con una gran sonrisa.
—Un poco confusa, si te soy sincera. ¿Qué está ocurriendo?
Elain abrió los ojos sorprendida y miró a ambos lados antes de responder en susurros, con cuidado de que nadie la escuchase.
—Hemos recibido la respuesta de las reinas. Llegarán mañana. Les he dicho a los sirvientes que necesitamos la casa impecable y despejada para esta noche, porque tendremos una visita, pero no saben de quién. Se irán todos esta noche y volverán en dos días, por si Feyre y sus amigos desean pasar la noche aquí, de nuevo.
—Oh, bueno, se han tomado su tiempo para responder. —Elain asintió en acuerdo.
—Y no solo eso. Han pedido un montón de exigencias extrañas.
Elain me contó todos los detalles mientras nos dirigíamos al comedor para reunirnos con Nesta y comer. Por el camino, la cocinera principal se encargó de avisarnos que dejarían la comida preparada para la ausencia del servicio en los próximos dos días.
Esa misma tarde aproveché para refugiarme en el dormitorio y ordenar y limpiar por mi cuenta la habitación, pues desde que comencé a recibir los regalos de Azriel desde el otro lado del muro, nadie que no fuera yo misma había entrado allí por mi propia petición. De esa manera evitaba que el servicio hurgara entre mis cosas y salvaguardaba mejor mis propios secretos.
Acabé guardando todos los obsequios en el arcón a los pies de la cama, mientras que los libros quedaron en el altillo de la estantería, con el lomo mirando a la pared escondiendo el título.
Esa noche solo encontré una nota corta y concisa:
«Nos han notificado que recibisteis la respuesta de las Reinas.
Nos vemos mañana.
A.»
Con la emoción de volver a encontrarme con los inmortales burbujeando bajo mi piel, apenas pude concentrarme en mi estudio, dejando una noche larga y llena de expectativas.
La reunión se desarrolló por la mañana, mientras yo dormía. Elain ya me había dicho que vendrían mientras yo estaba fuera de juego y, por ello nunca esperé que, al entrar a la sala de estar, me encontraría con un pintoresco grupo conformado por cinco inmortales —los cuatro que ya conocía y una chica rubia preciosa—, las que debían ser las reinas —aunque solo había cuatro de ellas—, las hermanas Archeron y un enorme grupo de guardias humanos desplegados por toda la habitación —uno de los cuales, y el más cercano a la puerta del salón, sostenía una espada contra mi cuello.
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Una Corte de Muerte y Sombras
FanficClare Beddor fue torturada y asesinada por Amaranta, su familia muerta en un incendio provocado en la casa familiar. O eso es lo que cree Feyre. Cuando Feyre regresa a la Casa Archeron tras los sucesos en la Corte Primavera, esta se entera del desti...