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El día siguiente comenzó todo normal. Victoria volvió a su departamento antes de las doce en la noche y se preparó para la universidad. Una vez que salió de su habitación bajó por las escaleras hasta la recepción.

–Buenos días Victoria –. Saludó cordialmente Marcus en la recepción.

–Y lo son Marcus, buenos días para tí también –. Victoria salió del edificio y comenzó su caminata a la universidad.

Una rara alegría la inundaba por completo. Quizás era porque irían al invernadero otra vez para buscar más pistas que los ayude. ¿Pero por qué estaría contenta por eso? No tenía lógica, casi moría ahi. Pero estaba tranquila y su día estaba siendo perfecto.

Llegó a la universidad y fue a su casillero. Guardó un par de cosas y cerró la puerta, su sorpresa fue ver a Hannah justo ahí con una mirada seria y su cabello extrañamente despeinado.

–¿Buenos días? –. Dijo Victoria cerrando lentamente la puerta del casillero.

–No tiene nada de buenos –. Contestó la rubia indiferente–. Estuve pensando toda la noche en lo que dijiste, de ir a la casa de flores.

–¿Qué hay con eso?

–Hay una posibilidad de que no haya nada ahí, y que la persona que tú dices haber escuchado tampoco esté, ¿Lo has pensado?

–No...pero, tengo la certeza de que sigue ahí.

–¿Por qué estás tan segura?

–Algo me dice que si esa persona sigue ahí, no era tan importante para el asesino, y si no está ahi, posiblemente se la llevó a otro lugar o...

–La asesinó –. Terminó Hannah asintiendo.

–Exactamente.

–Buenos días chicas, espero que estén listas para exponer –. Saludó amable la profesora pasando por al lado de ella.

Las dos se quedaron en silencio y vieron a la profesora irse. Se miraron entre ellas y reaccionaron.

–¡El proyecto!... –. Volvieron a mirar hacia la profesora y luego se miraron otra vez–. ¡Los chicos!

 ¡Los chicos!

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L

os cuatro están en un costado del escenario improvisado esperando su turno para exponer. Dylan parecía el más relajado a pesar de estar súper nervioso por dentro. Eva mordía sus uñas ansiosa y Hannah movía su pie nerviosa. Victoria por otro lado parecía estrangular una hoja con la información que debían haber memorisado.

–Que nerviosa estoy... –. Murmuró Eva, ahora agarrando un mechón de su cabello mientras lo enredaba en su dedo índice.

Los aplausos de los demás se escucharon y ahora seguían ellos. La profesora anunció su grupo y subieron al escenario. Colocaron el dibujo que habían hecho y se pusieron a un lado para poder explicar. Hannah fue la que comenzó la exposición.

El Hacker: Código de Rescate ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora