BRITTANY
Varios meses después…
Cualquiera que piense que casarse no es estresante para cualquiera de las novias en mi caso que soy la que propuso, que lleva la voz cantante y que piensen que lo llevo fácil, pues son unos condenados idiotas!».
Estaba hecha un manojo de nervios mientras esperaba en la antesala asignada para mi y los padrinos, esperando durante lo que pareció una eternidad a que nos llamaran para que ocupáramos nuestros sitios.
Dante parecía incómodo en su esmoquin negro, pero no se quejaba. Sabía que no era fácil para él dejar su isla para acompañarme en mi boda, y me sentía muy agradecida de que estuviera allí. Sabía que lo hacía por mí… y por Santana. Mi hermano pequeño le había cogido mucho cariño, y puesto que lo llamaba varias veces a la semana, se estaba volviendo un poco más sociable. Mi dulce Santana podía ser muy obstinada, y estaba condenadamente decidida a vernos a mí, a Sebastian y a Dante tan unidos como lo estábamos cuando éramos jóvenes.
Poco a poco… estaba alcanzando su objetivo. Opté por una boda pequeña puesto que Dante hacía las veces de padrino. Sebastian llevaba a Santana hasta el altar, una responsabilidad que se tomaba muy en serio. De hecho, mi hermano mediano se había convertido en el socio modélico, cosa que me daba tiempo adicional para pasarlo con Santana antes de que empezara la escuela de cocina en otoño.
Íbamos a irnos de luna de miel, una muy larga, poco después de la boda, vacaciones durante las que esperaba que pasásemos mucho tiempo desnudas.
Aunque estaba nerviosa, sonreí un poco porque conocía a Santana. Estaría decidida a ver las vistas de los sitios en los que nunca había estado. Yo sería igualmente obstinada sobre quedarnos desnudas y follando hasta poder librarme de la excitación que lucía permanentemente cuando estaba cerca de ella. Llegaríamos a un acuerdo. Siempre lo hacíamos.—Voy a buscar a la novia. Ya es casi la hora —mencionó Sebastian con ansia.
«Joder, suena casi tan nervioso como yo». Miré a mi hermano mediano, agradecida por todas las charlas que habíamos mantenido sobre el pasado. Ya no hablábamos mucho de eso, y creo que habíamos superado nuestras diferencias. Yo no sabía lo que quería y él no había dado su opinión. Ambos aceptamos nuestra parte de culpa y terminamos más unidos a causa de eso.
—No espantes a mi novia —gruñí mientras miraba a Sebastian, ataviado casi igual que Dante y yo.—En realidad espero que te deje plantada en el altar y se fugue conmigo —dijo Sebastian con malicia.
Lo fulminé con la mirada, pero me negaba a dejar que me provocara. No había nada que disfrutase más que ver cómo me enfadaba y me volvía posesiva. Sinceramente, sabía que Santana estaba a salvo con Sebastian. Él no cazaba en terreno ajeno, y no iba a robarme la novia.
Además, sabía que Santana me quería. Aun así, no me hacía gracia su sentido del humor en ese momento.—Ve a buscarlas a ella y a Mercedes, listillo —gruñí.
Sebastian se limitó a sonreír y se marchó sin prisa a buscar a mi novia y a su dama de honor. Habían llegado a gustarme Mercedes y su marido, Sam. Ahora ambos venían a casa a cenar varias veces a la semana, y me encontraba esperando con ganas esas noches informales en su compañía. Mercedes era una mujer encantadora, y su marido era un tipo rico con sentido del humor. Los dos eran siempre invitados agradables y bienvenidos.
—¿Estás bien? —preguntó Dante con curiosidad.—Estoy bien —respondí bruscamente.
—Pareces un poco nerviosa. Creo que nunca te he visto tan ansiosa.
—Nunca me he casado —repliqué secamente—. Solo quiero terminar con esto. Quiero que Santana sea mía.
—¿Crees que va a escaparse? Ya es tuya, Brittany. Relájate.
![](https://img.wattpad.com/cover/373928168-288-k232909.jpg)