CAPÍTULO 19

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SeokJin

Estoy mirando mi reflejo en el espejo cuando oigo la voz de NamJoon al otro lado de la puerta.

—Nene, tengo que hacer un recado. Ivan se quedará contigo y te llevará a casa después.

—De acuerdo.

Vuelvo mi atención al pantalón de imitación de cuero negro, que aferra mi trasero como si fuera una segunda piel. Malditamente sexy, pero no es lo que me ha metido una buena dosis de calor en el cuerpo, no, es el ver el mismo material, pero en color verde oscuro, tendido sobre una silla. Sé que es el pantalón del disfraz de NamJoon, he visto la foto de lo que intentan copiar, y no puedo sacar la imagen del trasero apretado de Arrow llenando ese pantalón. ¡Señor! NamJoon no tendría que envidiarle nada a ese hombre. Sus cuerpos son como dos gotas de agua, NamJoon quizás unos centímetros más alto, más esbelto de cintura, pero, por lo demás, podría ser su doble. Y mierda si no me muero por verlo metido dentro de ese pantalón. ¡Ah, mierda! No vas a conseguirlo SeokJin, estás fantaseando con él, y ni siquiera lo tienes cerca. ¡Mierda, mierda, mierda!

Regreso la mirada al espejo, donde puedo ver el corsé siendo ajustado a mi cintura y la camisa negra debajo. Iba a volver loco a NamJoon, y eso me hizo sonreír. Conociéndole, ¿cómo conseguiría meter una erección dentro de ese pantalón tan apretado? Ahhhh, qué bien sienta ser un doncel con poder. El problema vendría cuando dejáramos de estar en un lugar público. Mmm, bueno, siempre puedo tener una visita de mi amiga «la de rojo» (es decir, la menstruación). Sí, iba a tener que agarrarme a lo que fuera para evitar caer. Repasé mentalmente mis fechas y no, definitivamente la de rojo llegaría en quince días, no en menos de cuatro. Suelto el aire y me giro para observar mejor mi reflejo. Tengo hilos blancos colgando de algunas partes, y han descosido en algunos sitios para darme más libertad de movimientos. Cuando esté terminado, va a ser una bomba caliente. Menos mal que sé cómo defenderme, porque así vestido, estoy pidiendo guerra a gritos, y hay mucho gilipollas borracho que no entiende un «no me toques».



NamJoon

YoonGi me ha puesto al día y he de reconocer que me sorprende que no nos hayamos dado cuenta antes. Los hombres de Medina han estado trabajando bajo nuestras narices, y no nos hemos enterado.

—He puesto a varios hombres a trabajar en esto, NamJoon. Y he programado una reunión urgente con JungKook y papá para dentro de media hora.

—¿En el despacho de papá?

—Sí.

—OK. Enviaré a SeokJin a casa con Ivan.

—Tenemos que buscar un lugar seguro para él, para cuando empecemos a golpear a Medina.

—Y a Salazar.

—¿Crees que también está metido en esto?

—Estoy seguro de que Junior Salazar lo está, su padre no tanto.

—Los Salazar tiene sus propios recursos para blanquear su dinero aquí en Estados Unidos, así que no estoy tampoco seguro de eso.

Media hora después, estamos en el despacho de Yuri en el hotel-casino. He mandado un mensaje a Ivan para que lleve a SeokJin a su casa. Hice bien en dejarle con él, porque así estoy más tranquilo. No es que no confíe en las capacidades de SeokJin, pero no es lo mismo proteger a alguien, que ser el objetivo. Y si seguimos con esta actuación, que no lo es tanto, él ha subido ese escalón.

Después de poner a todos al corriente, Yuri quiere que YoonGi dé prioridad al asunto, y yo estoy de acuerdo, porque la intrusión ha ido más lejos de lo que debería.

—¿Crees que también pueden haber metido su mierda en algún otro sitio?

—El hotel está mucho mejor vigilado, así que creo que no lo hayan hecho aquí. Tampoco en la sede de nuestra empresa de seguridad, ni en el Crystals. El bufete de Andrey y las empresas que controla Costas tampoco son puntos de mucho interés. Creo que se habrán centrado en los lugares en los que pueden mover la mercancía rápido y sin levantar sospechas, es decir, los clubes, los gimnasios... E imagino que tampoco lo harán en los locales de apuestas, ni en el banco.

—¿Sabemos si han intentado entrar en alguno de los otros domicilios de la familia?

—Tu casa, papá, es un castillo, imposible de acceder para gente ajena a los habituales, aunque hice reconocer el lugar, y comprobar los inhibidores antiescuchas. La casa de JungKook la mandé revisar esta mañana, y a la de NamJoon le envié un inhibidor de señales.

—Bien. No quiero que se acerquen a nadie de la familia.

—Mantendremos las cámaras del apartamento de NamJoon. He hecho un plano con la localización de todos los dispositivos, para que sepas dónde están los ojos y oídos de esos cabrones.

—Eso no hará que me sienta mejor.

—No, pero sabrás dónde puedes dejar de actuar, y dónde darles la información que queremos que tengan.

—Al menos seré al único de la familia que tengan controlado. Mientras el resto esté a salvo, es suficiente.

—Tenemos a todos protegidos, no te preocupes.—El teléfono de YoonGi suena con un mensaje, y cuando le veo apretar la mandíbula, sé que algo anda mal.

—¿Qué ocurre? —Sus dedos se mueven rápidos sobre el teclado y me responde sin mirarme a la cara.

—Puede que tengamos que cambiar algunas cosas antes de tiempo.

—¿Qué quieres decir?



SeokJin

Regresar a casa con Ivan parecía que no iba a ser emocionante, hasta que fui a abrir mi puerta. Mi «chivato» anti-intrusos no estaba. Alguien había entrado en mi apartamento. Cuando lo comprendí, alcé la vista hacia Ivan y creo que él lo entendió, porque vi que se acercaba con la mandíbula apretada.

—Alguien ha entrado en mi casa.

Él no dijo nada, sabía que estaba seguro. Sacó su teléfono y tecleó rápido. La respuesta no tardó en llegar. Me la mostró sin decir nada y después de leerla asentí. YoonGi quería que Ivan revisase el lugar antes de entrar y que después hiciera como que no nos habíamos enterado, que actuáramos como que hubiese ido a recoger algo y después nos fuéramos. Ambos conocíamos nuestro trabajo, así que hicimos lo que nos dijo el jefe.

Min's Family (NJ) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora