La tensión comenzó a sentirse en el ambiente, todos los presentes en la reunión parecían estar seducidos por el anillo, Moundliz llegó a oír un leve susurro que le decía "sé quien eres, hija de la luna", aquello le puso los pelos de punta, era una voz masculina que se oía tenebrosa.
Uno de los humanos, el de cabello castaño se levanta y mira a los demás de reojo mientras se acercaba al anillo.
-Una vez tuve un sueño, un ardiente fuego que consumía hasta la casa más resistente, y de la nada, hubo esperanza, una nube de lluvia cayó sobre el pueblo y se salvó de las ruinas. ¿No lo ven? Esto es un regalo para los enemigos de Mordor, tenemos que usar el anillo para derrotarlos.
-¡Boromir! (Grita Elrond)
Gandalf estando totalmente sacado de sus casillas, comenzaría a hablar en una lengua extraña para Moundliz pero el tono de su voz la aterró un poco, ya que de por momento el cielo se oscureció hasta que él terminó de hablar.
-Nadie jamás ha usado esa lengua aquí, Mithrandil. (Dice molesto Elrond)
-No voy a pedir perdón, mi lord, la lengua de Mordor se esparce en todos lados y pronto llegará aquí.
-Entonces sólo nos queda una opción, el anillo debe ser destruído (dice Elrond seriamente)
-¿Y qué estamos esperando? (el enano intenta dar un tajo con su hacha al anillo pero el hacha sale volando)
-Maestro enano, el anillo no puede ser destruído por ninguna de las armas de los aquí presentes. El anillo sólo puede destruirse en el mismo lugar donde fue forjado, en la cima del volcán Orondruin en la montaña del Destino, debe caerse ahí y derretirse en la lava. Unos de ustedes debe hacerlo.
Moundliz miraba con miedo la disputa que se había desatado pues todos se ofrecían a llevar el anillo, hasta que el hobbit se atreve a hablar calmando a la multitud.-Yo llevaré el anillo, yo llevaré el anillo a
Mordor... Sólo que, no conozco el camino (dice Frodo algo dudoso)-En ese caso yo iré contigo, te ayudaré a llevar esta carga, siempre y cuando seas tú quien la lleve (exclama Gandalf)
-Si con mi vida o con mi muerte he de protegerte, yo también iré. Tienes mi espada. (Dice un hombre pelinegro)
-Y tienes mi arco (dice Legolas)
-Y mi hacha (el enano lo dice muy convencido)
-Parece que llevas el destino de todos en tus manos, pequeño. Yo también iré (menciona el hombre de pelo castaño)
De la nada aparece un hobbit de cabellos rubios y robusto queriendo unirse a Frodo llamado Sam, luego le siguen dos hobbits más, Merry y Pippin.
-Nueve compañeros, que así sea. Se llamarán "La comunidad del anillo" (finaliza Elrond)
El concilio dio su fin y los demás irían a descansar y a prepararse para partir a Mordor, Moundliz quien tuvo que presenciar todo, se encontraba parada en una esquina sin querer separarse de Legolas.
Lord Elrond se volteó a ver a su hija y se acercó de manera muy seria para comenzar a reclamarle.
-Con que aquí estabas Moundliz, dime ¿dónde estuviste estos días? Los guardias vinieron a mi dándome la noticia de que nunca regresaste a tu habitación, ¿sabes de los incontables peligros que hay fuera de Rivendell? Fue arriesgado que salieras sola sin un escolta y lo sabes bien. Ahora ¿qué tienes que decir en tu defensa?
-Ada... Yo...
En ese momento, Legolas apareció detrás de Elrond como un ángel para Moundliz, llegando a salvarla en el momento adecuado.
-Disculpe mi señor, ella fue conmigo a explorar las colinas. Me disculpo si no le llegó una notificación de la partida imprevista de su hija, debí ser más responsable.
-Legolas. ¿Eso es cierto Moundliz? (Voltea a ver a su hija)
-Si Ada, Legolas me estaba mostrando un poco las hermosas flores y mariposas de la colina, realmente son muy hermosas, yo... Lo siento Ada.
-Hm, sé que te gustan mucho las mariposas, pero la próxima vez sé más responsable a la hora de elegir cuando salir, ¿entendido?
-Si, si Ada. (Dice Moundliz apenada)
Eh, Ada, ¿puedo... Puedo hacerle una petición?-No, definitivamente no. No irás a esa misión, es muy peligroso y no sabes pelear. Sería ponerte en riesgo inútilmente, tú eres mi más preciado tesoro.
-Pero Ada, sin mi ayuda ellos tal vez mueran, y no quiero eso. Parecen ser hombres nobles y de buen corazón que arriesgarán sus vidas para salvar la Tierra Media, te lo pido padre, déjame ayudar.
-Disculpe mi señor, pero yo podría enseñarle a su hija a blandir una espada y disparar flechas, lo necesario para que aprenda a defenderse sola. (Legolas mira a Elrond con ojos suplicantes)
-¿Estás dispuesto a cuidar a mi hija?
-Si señor, la protegeré con mi vida, se lo prometo.
Elrond suspira vencido y mira a los dos elfos dándoles un "está bien" con la mirada y se retira del lugar.
-¿Segura que quieres ir? Aún es temprano para arrepentirse.
-No Legolas, no me arrepentiré de ir, y sé que estando a tu lado nada malo me pasará, confío en ti.
Aquellas bellas palabras, habían hecho sonrojar al joven elfo, nunca había sentido tanta calidez dentro de su corazón, o es que empezaba a encariñarse con la elfa, dejó esos pensamientos de lado y la tomó delicadamente de su mano, esta acción sorprendió a la elfa y lo miró a los ojos. Legolas no se había percatado de semejante belleza hasta ese momento, sus ojos azules, sus largas pestañas blancas, sus labios carnosos y rosados, sus mejillas rojas, su perfecta piel blanca de porcelana, todo en ella empezaba a gustarle demasiado, sentía que cayó en un profundo hechizo, se hechizó por ella, y una sonrisa aparece en los labios del elfo.
-Ven, te ayudaré a preparar las cosas para el viaje.
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🌙 Hija de la Luna (Legolas x OC)
Fantasy"-Aún en la noche más oscura, tan sólo verte unos segundos, sabré que hay una luz a la cual puedo aferrarme". "-Sabes que no puedo ser esa luz a la que tanto anhelas, deberás aferrarte a otra cosa" "-No intentes convencerme, mi corazón es tan duro...