"-Aún en la noche más oscura, tan sólo verte unos segundos, sabré que hay una luz a la cual puedo aferrarme".
"-Sabes que no puedo ser esa luz a la que tanto anhelas, deberás aferrarte a otra cosa"
"-No intentes convencerme, mi corazón es tan duro...
La comunidad del anillo ya llevaba varias horas caminando, eran cerca del mediodía y se pararon en un lugar con rocas para que los hobbits pudieran comer algo, Moundliz se sienta en una de las rocas para descansar un poco, no acostumbraba a caminar tanto pero no se quejaba, adoraba ir mirando el paisaje que era muy distinto a Rivendell.
Un hombre pelinegro y de barba se sienta a su lado y le dice:
-Le prometí a tu hermana que te protegería.
-Lo sé, y confío en ti, ehm...
-Aragorn, soy Aragorn
-¿Aragorn? Oh, tú eres ese muchacho del cual mi hermana habla como doncella enamorada ¿verdad?
Aquel hombre sonríe de forma tímida y asiente con la cabeza, Moundliz le devuelve la sonrisa y posa su mano en el hombro del contrario.
-Me alegra mucho ver que ustedes encontraron el amor, serán muy felices.
-Gracias mi señora, pero yo también creo que usted será muy feliz
-¿Con?
Aragorn mira de reojo a Legolas quien se encontraba parado sobre una roca vigilando a la distancia con sus ojos de elfo, Moundliz voltea a ver en su dirección y vuelve a mirar a Aragorn dándole un leve empujón.
-Ay, no digas esas cosas, señor Aragorn. Legolas es buen amigo, tal vez el primero que tengo desde que vivo en Rivendell.
-Exacto mi señora, desde que partimos de Rivendell he notado como la mira, como no se quiere separar de su lado, yo creo que le interesas y mucho.
-No, no, eso es porque Ada le ordenó a Legolas cuidar de mí, él sólo está cumpliendo con su deber.
Aragorn suelta una pequeña risa y se levanta, Merry y Pippin estaban entrenando con Boromir y estos lo tiran al suelo, Aragorn iba a ayudarlo cuando los hobbits lo hacen caer. Mientras tanto Legolas se percata de una extraña nube negra que se movía.
-¿Qué es eso? (Pregunta Frodo)
-Nada, sólo es una nube (exclama el enano)
-¡Espías de Saruman! (Grita Gandalf) Ocúltense.
Sam se apresura a apagar la fogata y todos se ocultan bajo las grandes rocas, Legolas toma a Moundliz de los hombros y la oculta con él en una de las rocas, se quedan en silencio hasta que ven una manada de animales voladores de color negro pasar por arriba e irse en dirección contraria.
Moundliz suelta un suspiro aliviada y voltea a ver a Legolas dándose cuenta de que estaban muy cerca y algo sonrojada sale del escondite seguido de los demás hombres.
-No es seguro continuar por esta ruta, tomaremos el Paso de Caradhras (dice Gandalf mirando a una montaña)
-Propongo que vayamos por las Minas de Moria, mi primo Balin nos recibiría como reyes.
-Creéme mi señor enano, no elegiría Moria a no ser que no tuviera otra elección.
Todos emprendieron el camino a la fría montaña en donde la nieve les llegaba por la cintura, Legolas y Moundliz llevaban la delantera pues ellos al ser elfos, eran más ligeros y podían ir más rápido, pero los hobbits y los humanos apenas podían caminar con tanta cantidad de nieve.
De repente Legolas se detiene y Moundliz se para detrás de él.
-Una voz sombría se escucha por estas montañas. (Exclama Legolas)
-Es el mago oscuro, está intentando hechizar la montaña (dice Moundliz)
Un rayo caería cerca de Moundliz que casi la mata de no ser porque Legolas se tiró sobre ella impidiendo que los matara.
-¿Te encuentras bien mi princesa?
-Si, e-eso estuvo cerca.
Gandalf empieza a enfrentarse contra el hechicero blanco gritando hechizos en un idioma que Moundliz no comprendía hasta que cae otro rayo y los envuelve a todos en una gruesa capa de nieve.
El primero en salir es Aragorn y empieza a ayudar a salir a los hobbits del hielo, sin otra opción optaron por ir a las minas de Moria como propuso Gimli, aunque Gandalf se oponía firmemente a esa idea, pues él sabía algo que ellos no.
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En las minas de Moria
-Eso fue algo intenso ¿verdad? (Diría Moundliz a Legolas)
-Si, creo que ese Saruman estará detrás de nosotros impidiéndonos el paso.
Caminan hasta encontrar una puerta secreta que tras Frodo descubrir la constraseña, los viajeros se meten dentro de la mina. Una criatura del agua casi se lleva a Frodo pero Legolas lo impide disparándole flechas en su cabeza y ahuyentándolo.
-Pronto mi señor elfo, verá la hospitalidad de los enanos, cerveza de malta refrescante, una gran fogata ardiente, carne cortada directa del hueso. Lo llamamos mina, una "mina" (diría Gimli con orgullo)
Gandalf usa su báculo como una linterna y todos los demás lo seguían detrás teniendo cuidado en donde pisaban, de repente Boromir se da cuenta de algo y alerta al grupo.
-Esto no es una mina, es una tumba.
Gimli grita desconsolado al ver los cadáveres de sus amigos y parientes, Gandalf descubre una tumba con un escrito y se da cuenta de que no estaban solos.
Pippin sin querer tira algo que hace bastante ruido, por ende llaman la atención de los enemigos ya que se escuchaban tambores cada vez más cerca.
Todos se ponen alerta y Moundliz saca su arco y su flecha también estando alerta, se quedan unos segundos en silencio hasta que ven a lo lejos un trol y varios goblins, Boromir y Aragorn se apresuran a cerrar la puerta con un tronco para ganar tiempo aunque sabían que estaban completamente rodeados de miles de enemigos.
