Capitulo 33

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En otro lugar de la ciudad, España.


(*)Valentina.

- ¿Estas lista amor?-una voz ronca, pero mi preferida me está despertando.

- ¿Fredy? que haces en mi cuarto- me levanto y asustada me levanto.

- Tu madre me dejo entrar, vamos amor, levántate, en tres horas sale nuestro vuelo- me toma de las manos y me empuja al baño -vamos chica, a bañarse, nose si quieras que te bañe yo -ríe maliciosamente

- Sal de aquí tonto -lo empujo.

Llegamos al aeropuerto, nuestro destino es rumbo a Londres, mi mama está muy emocionada, siempre quiso visitar Londres y ahora lo hará, papa no podrá ir, siempre asuntos de trabajo. Los padres de Fredy, me abrazan y como siempre su mama.

- Mi nuera querida -y me da un beso.

En media hora estaremos en el avión, la primera vez que subiré a un avión.

¡Ahí te voy Londres!


En otro lugar del mundo, Venecia, Italia.

El despertador de mi celular suena, odio tener que poner despertador, pero papa me hizo hacerlo, dijo que tenía que levantarme temprano, odio cuando papa tiene reglas. 7 de la mañana.

Me volteo y Samuel ya no está,

- ¿Samuel?

Vibra mi celular y es un mensaje de sammy.

- Amor, buenos días, extrañaba tus patadas, te quiero :*

¿Hace cuánto se fue? no sentí a qué hora se fue. Me ducho y busco mi clásico vestuario.

Vaqueros azules, blusa arriba de mi ombligo de tirante, chaqueta encima, botines

Salgo y toco la puerta de mis padres, no responde nadie, voy donde esta Alex y Paty, ellos responden que ya salen, los padres de Samuel están saliendo de su habitación y me saludan con un beso.

Bien, me dirijo donde Samuel y toco la puerta, quiero que alguien me diga el porqué de madrugar a las 7, abre la puerta y un abdomen plano con cuadros bien formados me reciben, un cabello castaño mojado y una bella sonrisa coqueta en ese dios griego, la toalla rodea su cintura.

- Nena, pasa - me abre más la puerta.

- Ohm....ehh, no... yo... ah olvídalo, te espero afuera - pero antes de retroceder él me toma y me mete a su cuarto - Samuel, déjame, mis padres pueden venir- sus besos están en mi cuello.

- Adoro tu aroma a vainilla nena - su respiración hace efecto en mi cuello.

- Déjame, depravado- el ríe a mi comentario y me dice que espere.

Sale con unos vaqueros negros y una camiseta ajustada a su cuerpo gris, con una botas estilo militar metidas a su pantalón, por Dios es un hombre deseable.

- Deja de verme depravada - sonríe y yo pongo los ojos en blanco. - Vamos nena, tengo hambre -me toma de la mano y salimos.

Mis padres avisaron que irían con mis "suegros" - los padres de Samuel -que irían al gran canal de Venecia, y Alex y Paty están desayunando; pero conociéndolos, también me dejaran sola y se irán.

Solo quedamos Samuel y yo, ¿genial no?

Buscamos por un mapa lugares turísticos, a cada rincón nos tomamos fotos, en cada foto un beso, claro; yo aproveche a tomarme con italianos, altos, rubios, y guapos italianos, sé que Samuel estaba muy celoso, después no quiso seguir tomando fotos.

Alquilamos bicicletas y recorrimos varios lugares, fue un día agotador.

Llegamos al hotel y mis padres ya están cenando, Alex y Paty, se fueron al cuarto ¿a qué? nose.

Cenamos una deliciosa pizza, con un té helado, pero algo me molesta, me siento un poco cansada, como si comer fuera un trabajo grande, me siento mareada por un momento, decido ir al cuarto y acostarme, pero mamá va detrás de mí y me sujeta antes que caiga.

- Amor, ¿has estado tomando tus pastillas?

Afirmo y me recuesto en la cama.

- No has ido a chequearte amor, tienes bastante, es mejor que en cuanto lleguemos a España, vayamos -asiento y mamá me pasa mi pastillas, mi estúpida enfermedad, a los 12 años me diagnosticaron un problema en mi corazón, desde entonces he tomado estas horribles pastillas.

Me da las buenas noches y se va.



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