4 de la mañana. España.
- Bebe, no creas que nuestra plática queda atrás -un mensaje de texto.
Omito al mensaje y continúo durmiendo.
Transcurren veinte minutos... luego cincuenta minutos.
No puedo dormir, ¿de quién será este puto mensaje? Pero solo cabe, ¡Carlos!
Me levanto y llamo a Valentina. Pero no contesta, son las 5 de la mañana, imposible levantarla.
Llegan las 7 de la mañana, sin dejar de pensar en ese mensaje, odio pensar en Carlos, que siga con sus jueguitos.
En la universidad:
No hay rastros de Carlos, ni ninguno de mis amigo ni de.. Samuel.....Samuel, lo extraño tanto.
Llego a mi salón y ahí está Samuel, platicando animadamente con una maldita rubia. Ella ríe a los comentarios de él.
Como es costumbre mía llegar tarde el maestro se dirige a mí.
- ¡Buenos días señorita Durcal! siempre tarde – se cruza de brazos.
- Buenos días, perdón de nuevo -pero no aparto la mirada en esa idiota, Samuel ni se ha tomado la molestia de mirarme, que ya llegue, que aquí estoy.
- Tome su lugar -pero obviamente mi lugar es con Samuel y en mi asiento esta esa oxigenada.
Me siento alado de Adam, un compañero, que ahora que lo miro no está nada mal, sus ojos son gris, su cabello esta hacia atrás, su rostro es espectacular.
- Jóvenes el día de hoy se juntara con nosotros un nuevo joven, lo habían confundido en otra facultada – se quita los lentes y llega el nuevo - Pase joven y preséntese a sus compañeros.
Mi rostro cambian de color, mis manos se cierran en puño ver quien estará aquí, con nosotros, conmigo.
- Buenos días, mi nombre es Carlos, Carlos Fonseca. Espero llevarme bien con ustedes- lo fulmino con la mirada y claro que conmigo no se volverá a llevar bien.
Aparece una señora con aspecto muy serio, ruda y le entrega una hoja al maestro.
- Joven Adam, retírese, lo esperan afuera – dice el maestro.
Adam me sonríe y hace el gesto de adiós.
- Joven puede tomar el lugar de Adam -dice el profesor que en estos momentos me gustaría enseñarle una tarántula, su fobia.
Carlos no me mira y solo toma asiento. Pero siento la mirada de Samuel en mí.
No me siento bien tener a Carlos junto a mí, que se cree; según él iba a estudiar administración !que hace aquí!
- Maestro, me puedo retirar no me siento bien - el maestro asiente y me levanto. Siento unos pasos después detrás de mí.
- ¡Alexa!
Volteo y es Samuel, me detengo
- ¿Qué quieres?-no borro esa escena tan espantosa de mi
- Alexa, ¿qué hace Carlos aquí?
- ¿Y yo que voy a saber? – respondo lo más grosera.
- Es por ti, quiere que vuelvas con él – su rosto es melancólico.
- Y eso a ti que te interesa – me encojo de hombros.
- Alexa, no permitire que se acerque a ti – niega varias veces con la cabeza.
- Samuel, hazme el favor de dejarme en paz, tu y yo no somos nada para que me andes cuidando – me volteo.
- ¿Qué? somos amig...- me volteo para hacerle sentir lo peor del mundo.
- No somos nada y vete a clases que tu chica debe estar desesperada.
- ¿Tamara? ella no es mi chica, eres tú – murmura las últimas palabras, como si no estuviera seguro.
- ¿Qué? ¿Desde cuándo? sabes que, desaparece de mi vida, olvídate de mí. Tamara se ve que es para ti - y me voy.
Me voy corriendo hacia el baño y saco mi celular.
-¿Valen?
-¡Dime!
-Necesito verte, te has desaparecido.
-Claro tia, y perdón, donde nos vemos?
-¿No estás en clase?
-Sí, pero estoy aburrida.
-Estoy en el baño, el del pasillo 45.
-Ok, voy para allá.
Me entra un mensaje, es desconocido. Reviso, es una foto. Doy clic - Samuel y esa estúpida rubia, besándose- lagrimas empiezan a aparecer.
Tiro el celular con todas mis fuerzas, ¿dónde está el amor que sentía? todo fue mentira, pasajero, mierda, jure no volverme a enamorar, soy una estúpida que aún cree. Aparece Vale y se queda parada al ver mi estado.
- ¿Qué ha pasado?-me dice arrodillándose junto a mí.
Mi celular aun muestra buen aspecto, la pantalla se quebró, pero aún se muestra la imagen, Vale lo toma y mira, me abraza ahora.
- Nose que pudo pasar, pero él te ama.
- ¿A eso le llamas amar? pues no quiero que me vuelvan amar -digo limpiando mis mejillas.
Nos levantamos y salimos de la universidad. Nos dirigimos a una cafetería. Comenzamos a hablar del tiempo perdido que tuvimos, sus experiencias con Fredy, le comente de la relación de Márchelo y Lucí, que se dieron oportunidad, pero me quede estupefacta a lo que me acaba de comentar Vale.
- Alexa, sé que no debió haber sucedido, pero lo amo mucho -acaban de tener relaciones sexuales, acaban de hacer el "amor".
- Vale, pero... que - aun sorprendida digo.
- Ya tenemos dos meses saliendo y sé que fue muy pronto, pero él deseaba a como yo también.
- Entiendo que por amor lo hayas echo, pero ten cuidado.
- Si, tendré cuidado, y ¿qué paso con Luciana?
- Los idiotas se amaban, pero ellos se negaban –reímos.
- Sabía que esos dos iban a quedar algún día.
- Se dieron oportunidad. Y ahora no son novios oficialmente pero le dio oportunidad a Márchelo.
- Eso está bueno, Luciana tenía que dejar su orgullo a un lado.
- Si – murmuro.
- ¿Alexa?
- ¿Sí? – le veo.
- ¿Por qué no solucionasteis las cosas con sammy?
- No vale la pena ahora, ¿vamos a casa? tengo películas nuevas -ella asiente y nos vamos.
3O - VOTEN+COMENTEN ....
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Extraña sensación.
Novela JuvenilLos sentimientos de Alexa son puestos a prueba, da lo mas preciado de ella todo por amor, tiene el apoyo de sus padres, amigas y su mejor amigo. Pero eso nada le cura el dolor. ¿Pero que sucede al terminar la secundaria? Llega a la universidad y con...