𝐑𝐢𝐩𝐩𝐞𝐝

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Bajé del escenario con la ayuda de mi tío y mi papá, que sostenían mis manos desde abajo. Maeve corrió a abrazarme y Ryan venía detrás de ella.  Pasó su brazo por sobre mi hombro mientras que Maeve lo hacía por la cintura. Él sonrió y gritó hacía el resto.

— ¡Un aplauso más a nuestra cantante, y princesa, Taliah de Maldonia! — volvieron a aplaudir y a silbar, gritaban mi nombre. — ¡Y claro que también un aplauso a su majestad y Louis! — hizo una señal con sus manos hacia los dos hombres y todos vitorearon una vez más. Yo reía a la vez que me abrazaba de mis amigos cuando los Vk's se acercaron a nosotros.

— Vaya, vaya, que gran voz tiene, su majestad — Jay hizo una reverencia, a broma, haciéndonos reír a todos.

— ¿Por qué no nos dedica otra, princesa? — Carlos habló del mismo modo que Jay. Yo solo negué con la cabeza mientras sonreía.

— Tal vez en otro momento, chicos. Ahora, vamos a disfrutar la fiesta — Los cuatro hijos de villanos asintieron y fueron hacia el centro de la pista de baile. — Extrañaba esto — susurré solo para que mis amigos escucharan. Maeve se giró a verme y sonrió, apretando su brazo más fuerte a mi.

— Nosotros también, y mucho — reímos los tres una última vez y comenzamos a caminar, siguiendo a los chicos hacia la pista.

Bailamos los tres juntos, cuando, de un momento a otro, Ben, Chad y Audrey se sumaron junto a nosotros. El grupo había vuelto a formarse. Bailábamos juntos entre la gente, cantábamos las canciones a todo pulmón y aplaudíamos con emoción. Se sentía realmente bien.



La noche ya había caído en el lugar, al igual que las personas ya comenzaban a tomar un poco de más. Una de esas tantas era un pirata que vestía de rojo, se notaba que ya se había pasado. Se acercó a mi, tambaleándose en el proceso, y habló con dificultad.

— Hola, hola, señorita. ¿Acaso usted viene acompañada? — puse una cara de desagrado al verlo en ese estado. Podía sentir el olor al alcohol incluso a kilómetros de distancia. Nunca me agradó el olor, siempre me pareció asqueroso y demasiado fuerte para mi gusto. Prefiero lo dulce y suave, es mejor en mi opinión.

— A decir verdad, no, vengo sola. Y creo que tu deberías irte a una cama a descansar — se rió con burla y me miró engreído. Tomó mi mentón con extrema delicadeza y levantó mi mirada hasta que se encontrara con la suya.

— ¿Descansar? La noche aún es joven, belleza. Puedo soportar un par de horas más — al oír el apodo 'belleza' otro escalofrío recorrió mi cuerpo y mis piernas comenzaron a temblar, suerte que, gracias al vestido, no era fácil de ver. No quería parecer nerviosa, por lo tanto, adopté una postura más seria y recta.

— Hablo en serio, Harry. Será mejor que vayas a tu habitación y duermas un poco, o terminarás peor — me dí la media vuelta. No iba a discutir por algo como esto y menos con él, solo porque el verlo a los ojos me hace temblar.

— Oh, vamos, princesa. No seas aguafiestas — traté de irme pero algo filoso y el sonido de la tela rasgarse me hizo frenar en seco. Al girar a ver sobre mi hombro izquierdo, noté como su garfio había jalado parte de mi vestido y rasgado este. Lo miré sorprendida y horrorizada al mismo tiempo, su cara también parecía igual. Intenté separarme, pero estaba enganchado a mi vestido.

— Harry, suéltame — jalaba como podía, intentando no romper la tela más de lo que ya estaba.

— Lo intento — a él, por otro lado, no parecía importarle si me quitaba todo el vestido o no. Él solo quería salir de esa situación e irse.

— ¡Garfio, suéltame! — las personas giraban a vernos, viendo el como uno de los nuevos de la Isla estaba enganchado a la princesa de Maldonia.

— ¡Lo estoy intentando! ¡Mierda! — dió un último jalón y quitó el gancho, el cual terminó por rasgar hasta un poco más por debajo de mi hombro.

Miraba espantada la situación. Todos estaban viéndome. Los nuevos provenientes de la Isla, mis amigos, mis padres, todos. Sentí que arruiné la celebración. Rápidamente, corrí fuera de ese lugar, sujetando mi escote para que no se cayera.

— ¡Taliah! — oía cómo gritaban mi nombre, pero no quería mirar atrás, no podía. Sentía como la humillación y la culpa me consumía, mis ojos estaban vidriosos y me costaba respirar con normalidad por correr.

Llegué hasta uno de los jardines en los que solía pasar las tardes antes de la preparatoria. Me senté sobre una de las bancas color blanco y me dispuse a llorar, con los codos sobre mis muslos y la cara entre mis manos. Fue horrible.

Luego de unos minutos, sentí como alguien tomaba mis manos y las alejaba de mi rostro. Al lograr ver quién era, Maeve estaba arrodillada delante de mi sujetando mis manos en busca de darme algo de tranquilidad. A mi lado, pude sentir como me abrazaban por los hombros y, al girar, pude divisar, por a través de mis ojos vidriosos, a Ryan con una sonrisa reconfortante.

— Oye, tranquila. Todo estará bien. Puedo asegurarte que nadie vio nada — aunque tratara de consolarme, no funcionaría. Ya sabía que todos habían visto como casi pierdo mi vestido en una fiesta.

— Hey, niña. Relájate. Estoy seguro que no lo hizo con malas intenciones — Ryan habló esta vez, él lo juraba, pero, cómo podía saberlo?

— ¿Cómo puedes saberlo? Estaba ebrio. ¿Su garfio se enganchó casualmente de mis ropas, de mis hombros? — hablé un tanto irónica, no lo conocía, no sabía su intención.

— Estuve hablando con él un tiempo y puedo asegurarte que él no es ese tipo de persona. Es más, es realmente amable, solo que no sabe demostrarlo — eso me hizo pensar. Tenía razón. Ellos nunca aprendieron a convivir en un entorno tan formal o si quiera amistoso. Eso no existía en la Isla, según Evie y Mal, ellos vivían los días robando y sobreviviendo con lo poco que había allá. Ahora me siento culpable de haber reaccionado tan drásticamente, de seguro él también se habrá sentido culpable y humillado luego de que haya salido corriendo, dejándolo solo allí, entre cientos de personas desconocidas.

— Debo ir a disculparme — dije de pronto, poniéndome de pie para empezar a caminar de vuelta adentro. En mi camino, unas manos tomaron mis hombros y los jalaron hasta estar sentada de nuevo.

— Yo creo que, como tu mejor amiga de toda la vida, deberías quedarte aquí un rato. Además, la fiesta ya está terminando — miré a las ventanas del salón, y así era, la fiesta ya había terminado. Varias personas ya habían abandonado el lugar y otras estaban por hacerlo. —  Pero, tengo una mejor idea. ¿Qué te parece si Ryan, tú y yo hacemos una pijamada esta noche, en mi dormitorio? Las clases comienzan de nuevo el lunes y creo que sería la mejor forma de recuperar el tiempo perdido. Ese día podrás disculparte, si? —

Pensé unos segundos su propuesta. Es verdad que hace tiempo no estamos juntos y que, también, las clases comenzarán y podré usarlo de excusa para encontrarlo y así disculparme. — Maeve, eres increíble —

Ella me miró con superioridad y habló con orgullo. — Lo sé, lo sé. Gracias por repetírmelo, pero no era necesario — Reí ante su actitud y Ryan se puso de pie, con decisión. 

—¿Y bien, qué estamos esperando? ¡Tenemos una pijamada que preparar! — ambas gritamos de la emoción junto a él y caminamos hasta los dormitorios en Auradon. Sería todo como en los viejos tiempos, solo que faltaban algunas personas.






Es medio corto pero después se vienen confesiones en la pijamada

Es una pijamada real, la pijamada real

Alguna sugerencia u opinión?

Escucho todo :)

𝘋𝘪𝘨 𝘈 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘦𝘳 | 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑯𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora