Taliah
La mañana del lunes llegó. Estaba en mi habitación, acomodando las sábanas a la vez que me preparaba para el primer día de vuelta a la preparatoria. Había optado por usar una remera color oliva y unos jeans un tanto ajustados color verde escabeche, unos borcegos negros y mi cabello recogido por una cinta en un moño bajo. Tomé mis libros y los guardé dentro de la mochila, salí y caminé una vez más por los tan conocidos pasillos. Al pasar, la gente saludaba con alegría y emoción. Extrañaba este sentimiento de conocer absolutamente todo y pasear como si fuera mi hogar.
Caminaba a mi casillero cuando Ryan y Maeve llegaron a abrazarme por detrás.
— Y el mejor trío de Auradon vuelve una vez más a demostrar quiénes son los mejores — éramos el mejor trío, o eso solíamos decir. Teníamos las mejores notas, el mejor estilo, para nuestros gustos, las mejores apariencias, formábamos parte de la realeza, las mejores vidas. Simplemente perfecto, pero claro que no todo era color de rosa. Nuestras vidas también se veían condicionadas por el hecho de ser príncipes y princesas herederas al trono. Aún si no nos molestaba, teníamos una gran responsabilidad sobre nuestros hombros que olvidábamos estando juntos.
— Así es, querido. Y siempre así será. Con la diferencia de que tenemos un plan que poner en marcha. ¿Lista, Tali-Tali? — mi amiga giró la cabeza a verme. Lo admito, me sentía nerviosa, pero una vez comience, estaré mejor.
— Puedes apostar a que si, ángel — seguimos el camino hasta tener que separarnos para ir a nuestros casilleros.
Al llegar a mi pequeño espacio donde guardaría mis cosas, lo abrí para encontrarme con el interior intacto. Había una peineta que solía usar de niña, en el fondo se veía una foto del restaurante de mi madre firmado por ella misma, un pequeño peluche de un sapo, era mi favorito, papá decía que jamás lo soltaba. Luego, en la puerta había una gran variedad de fotografías de mis cosas favoritas, las pijamadas de años atrás, de mi familia, mis nuevos amigos de la isla, de mis mejores amigos y de mi misma. Una risilla se escapó de mis labios al notar la foto en la cual se mostraba a Chad, Ryan y Ben sumergidos en la piscina mientras que Audrey, Maeve y yo comíamos pastelillos que mi madre horneó.
Saqué los libros que necesitaría para esa hora, tenía clases de historia mágica, y dejé la mochila dentro del pequeño cubículo. Al cerrarlo, Harry estaba apoyado detrás de la puerta en los casilleros, mientras me miraba con una sonrisa, solté un leve grito por el susto de verlo ahí, no sabía en qué momento se había acercado tanto. No, no puedo distraerme ahora, tengo que seguir con el plan. Recompuse mi postura recta y estricta y giré a verlo casi robóticamente.
— Garfio — dije brevemente. — ¿Se te ofrece algo? —
— De hecho, quería saber si... — su garfio se acercó a mi rostro, lo que provocó que me tensara. Él pareció notarlo ya que en un instante escondió el pedazo metálico detrás de su espalda. — Quería saber si podrías disculparme por lo que pasó la otra noche... No estaba en el mejor estado, fue un accidente lo que sucedió —
¿Se estaba disculpando? No creí que lo fuera a hacer. — Bien, te perdono, Garfio. — su sonrisa se ensanchó hasta que volví a hablar. — Aún así, debes saber que perdono pero no olvido — su cara cambió a una de total confusión ante lo dicho.
— ¿Qué podría hacer para lograr que olvides ese incidente? — se veía determinado.
— Tendrás que trabajar duro para conseguir lo que quieres, Garfio — era sincera. Una de las tantas cosas que mi madre me enseñó es que, la única manera de conseguir lo que deseas, es trabajando duro, así como ella lo hizo por su restaurante.
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𝘋𝘪𝘨 𝘈 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘋𝘦𝘦𝘱𝘦𝘳 | 𝑯𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑯𝒐𝒐𝒌
Fiksi PenggemarLuego de que la barrera que separaba a la Isla de los Perdidos de Auradon cayera, todos los hijos de villanos fueron dados la oportunidad de estudiar en Auradon, incluido un trío de piratas. La hija de Úrsula, el hijo de Gastón y el hijo del capitán...