Obscura Obsesión / Chris Evans

50. Cacería

NARRADOR OMNICIENTE

Durante la fría noche de la ciudad de Boston, una bodega abandonada se erguía como un templo del olvido, su estructura grisácea y descuidada apenas visible bajo el resplandor intermitente de una única luz parpadeante, dentro de esta el aire estaba cargado con una mezcla de humedad y un vago olor a moho, mientras la oscuridad envolvía el lugar en un abrazo inquietante.

En el centro de este escenario, Elena y Victor estaban atados a sillas metálicas, sus miradas aterrorizadas recorrian el espacio mientras trataban de comprender el propósito de este macabro montaje, pues frente a ellos estaban tres monitores que repartian imagenes, noticias de sus victimas y no podia faltar la cara de Rose y Dixón. Hijo y nieta que ya no estaban con vida.

— Tranquila, te sacaré de aquí — murmuró Victor a su débil esposa, Elena, que estaba al borde del desmayo.

— ¿Por qué le sigues mintiendo? — La voz de Chris resonó en la bodega, cargada de ironía y amenaza.

El rostro de Victor y Elena palideció de inmediato al verlo de pie frente a ellos.

— Dile a ese diablo que se vaya — gritó Elena con desesperación.

Chris, maestro del juego de la tortura, había llevado a Elena al límite de su resistencia psicológica. La había roto desde adentro, exponiendo sus mayores miedos, transformándose en su peor pesadilla, algo que ellos nunca pudieron lograr con ____.

— Elena, hoy vengo en son de paz — dijo Chris con una sonrisa siniestra — Es más, les tengo una sorpresa enorme.

La luz parpadeante de la bodega se intensificó, iluminando la figura de ____ que se acercaba lentamente, con un vestido elegante, pegado a sus curvas, mostrando la seducción en ella,su sonrisa era diabólica.

— Buenas noches — dijo ____ con una voz suave — Espero que estén cómodos —En especial tu querida — se rie.

Elena y Victor intercambiaron miradas, sus cuerpos temblando ante la presencia de ____.

— ¿Qué quieres de mi? — preguntó Victor, su voz temblorosa.

— Solo un poco de justicia — respondió ____ con una sonrisa enigmática — Y, por supuesto, un toque de diversión.

— Matame de una vez Chris — imploro Elena.

— No cariño, para eso esta ella aquí, tu cabeza es mi regalo de bodas —

— Levanta el telon amor — le pidio a su amado ejcutor.

El telón se levantó lentamente, revelando un escenario macabro. Las paredes estaban decoradas con fotos de las víctimas de los Bridger, desde antiguos asociados hasta aquellos a quienes habían traicionado sin un segundo pensamiento. Los maniquíes sentados en la audiencia junto a los monitores representaban a todos aquellos cuyas vidas habían destrozado, vestidos con ropas desechadas, sus rostros inmóviles en expresiones de eterno sufrimiento.

Elena intentó contener un grito cuando vio a un maniquí que llevaba el vestido favorito de su hermana, una víctima olvidada de sus traiciones familiares.

— Elina — menciona ____ — Tu hermana —

— Recuerdas, la mataste por este horrible hombre solo para tener su poder que ahora no es nada más que un chiste.

En el centro del escenario, ____ se encontraba de pie, vestida con un elegante traje negro que contrastaba con la pureza de su piel. A su lado, Chris, como una sombra letal, observaba con una calma que helaba la sangre, tal parecia que finalmente Chris habia encontrado a su reina, juntos, parecían los jueces y verdugos de un tribunal que no conocía misericordia.