Chris, un apuesto empresario, posee la sonrisa, el físico y el rostro de un ángel, pero alberga pensamientos y una actitud de acero. Es el hombre perfecto a los ojos de cualquier mujer. El vive bajo el lema: "Es mejor atreverse que quedarse con las...
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CHRIS
Las copas se me subieron demaciado rápido, hacía ya tiempo que no bebía.
- Vamos señor Evans déjeme manejar - pedía ____ con insistencia y preocupación -
Terminé aceptando y después de darle la dirección de casa ella comenzó a conducir.
Poco a poco a medida de que avanzaba el auto, ella me miraba de reojo, el vestido tenía una abertura en el lado derecho que me dejaba observar sus lindas piernas mientras ella manejaba.
- ¿Que pasa señor Evans? ¿Le gusta lo que ve? - pregunto sin despegar la mirada de la carretera -
Me había pillado mirándola
- No, no sólo me gusta.... ¿Sabes que mas pasa? - me animé a preguntar -
Pues mi lema siempre ah sido:
"Es mejor atreverse que quedarse con las ganas"
- No lo se, usted dígame - sonreía -
- Me calienta - solté de una vez deslizando mis dedos lentamente desde su rodilla hasta su pierna -
Ante mi tacto pude observar su piel erizar.
- A mi me calienta que usted me toque de esa manera - ella comenzaba a manejar más lento, mientras deslizaba su mano sobre la mía -
- ¿Por qué te detienes? - ella freno un poco - Sigue conduciendo - ordene con malicia -
Ella obedeció y yo seguí con mi juego, mis caricias eras suaves y cuidadosas, iban desde su rodilla hasta su muslo. Ella quito una mano del volante y levanto un poco más su vestido dejándome ver esa linda ropa interior, de encaje haciendo juego con el sostén que me robe hace un rato.
- Evans ¿Que esperas? - pregunto mirándome por un segundo - Vamos quiero que sientas lo húmeda que me pones.
Tragué saliva llevando mis dedos a su feminidad y pude sentir lo húmeda que estaba.
Jugué un poco por encima de la tela, mis manos se posaban en sus muslos apretando su suave piel, logre lo que quería, un gemido salió de sus apetitosos labios.
Unos cuantos besos sobre sus piernas, la hicieron perder la concentración.
- Señor, usted necesita ayuda - me reincorporé y la mire confundido -
