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Hector:

La tensión entre Natalia y yo, estos días era notoria. Los chicos se daban cuenta de que había algo entre nosotros que no estaba bien, Marc, mi mejor amigo también se fijó en mí, y se dio cuenta de que esto no me hace nada bien.
Al fin y al cabo, el que saldrá perdiendo seré yo, como la última vez, si hubiera llegado a pasar algo aquella noche, hace unos días, ella solo hubiera seguido con su vida mientras yo, me comía la cabeza.

Eso no era justo, lo mejor era ignorarla.

Está claro que si Natalia me quería para algo, sería solo para darnos unos picos y después mandarme a la mierda y ella irse de nuevo con Matías.

...

Estábamos en un mercadillo del pueblo. Las chicas iban más adelante mirando toda la ropa, los chavales y yo teníamos que organizarlo todo, y esta vez no teníamos ninguna idea de qué hacer hoy. Así que suponíamos que nos quedaríamos a aprovechar la piscina.

Llegamos a casa y las chicas inmediatamente se subieron a las habitaciones para probarse la poca ropa que se habían comprado, mientras que Fermín y Marc hacían el almuerzo.

-¿Tenéis planes para hoy?-Preguntó Pau a las chicas.

Carmen se encogió de hombros.-Podemos quedarnos en la piscina, o ir a la playa.

Metí los platos en el lavavajillas y al salir estaban ya todos con los bañadores puestos, así que no fui menos y subí también para ponerme el mío.

Natalia:

-¿Me vas a decir qué os pasa?

-A mí no me pasa nada.

-Tía, desde aquel día no habéis vuelto a hablar, estáis de nuevo en el principio.-Dijo preocupada mi amiga Julia.-Empezasteis a hablar, aunque fuera para pelear,...

-Julia, para ya. Si me llevo mal con él, es por vuestra culpa, sabíais perfectamente que no estábamos en un buen momento y que ni siquiera éramos amigos, sabíais que si los dos veníamos aquí, este sería el ambiente entre nosotros. Es un imbécil.

-Pero le quieres.

-Quiero a Matías.

-¿Qué hacíais el otro día? Entramos y estabais muy cerca el uno del otro.

-Nada.-Hablé seca.

...

Seguimos todos un rato en la piscina, con el altavoz de Héctor a todo volumen.

-Chavales. Para que veáis lo genial que soy,...-Dijo Lamine haciéndose el interesante.-Tengo plan para esta noche-Anunció.-, hay una discoteca para menores por aquí cerca.-Habló.-Denada.-Presumió  mientras saludaba al "público" y tiraba besos al aire.

Las chicas nos pusimos a gritar inmediatamente.

...

Era hora de irnos a la discoteca, nos repartimos en los coches de Marc y Fermín. 

Yo llevaba un vestido corto y de tirantes negro que cuando me monté en el coche tuve que ponerme el bolso encima para que no se me viera nada, el vestido lo combiné con las Converse.

Al llegar nos dirigimos a la barra.

Dentro de un rato me senté en uno de los sofás  nuestro reservado. Julia estaba comiéndole la boca a  Pau, y Carmen y Marc, lo mismo. Fermin y Lamine se habían perdido por ahí y no tenía ni idea de dónde estaban.
Héctor estaría tirándose a alguna chica.

Pues no.

Lo vi entrar en el reservado demasiado contento.

¿Habría bebido?

No creo, nunca lo hace, y acordamos nada de alcohol antes de salir de casa.

Iba andando hacia el sofá en el que estaba sentada mientras se tambaleaba, me pegué un susto cuando parecía que se iba caer.

-¿Has bebido?-Le pregunté agarrando su brazo para que cogiera estabilidad.

-¿¡Yo!? ¿¡Beber!?-Dijo riendo.

Vale, sí, había bebido.

EN LA MISMA VILLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora