EN LA MISMA VILLA

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Natalia:

Este lugar tenía unas vistas preciosas. El cielo estaba anaranjado y el sol se veía a lo lejos.

Solo de pensar que Héctor sabía que esto me gustaría sentía un cosquilleo en el estómago. Había vuelto a ser el de antes.

-¿Sabes? Tengo que ir a Estados Unidos en un par de semanas.-Me contó mientras me tocaba el pelo.-Por la pretemporada.

-Podrás visitar la ciudad, es muy bonita por lo que he visto visto fotos.

-Algún día podríamos ir juntos.-Propuso.

-Sí, en un par de años.

-Claro, cuando nos casemos, de luna de miel.-Sonrió encantado por la idea, mientras yo estaba demasiado concentrada en hacer que mi corazón dejara de latir tan rápido por ese comentario. Parecía que iba a salir del pecho.

-Mi pretemporada es más adelante.-Informé en cuanto pude hablar.

-La vas a romper esta temporada.

-Igual que tú.-Le animé.-¿Al final te suben al primer equipo?

-Ojalá.-Rio.-Por ahora, en lo único que pienso es en hacer una buena pretemporada para que el nuevo entrenador confíe en mí.

-¡Exacto, esa es la actitud!-Sonreí de nuevo.

Dios, parecía tonta sonriéndole todo el tiempo.

-Por cierto, ya estamos a solas.-Se giró para mirarme.-Ya puedes admitir que te dio miedo la tirolina.

-Miedo no, pánico.-Reímos.-Aunque me lo pasé bien.

-Claro, claro.-Asintió.-Lo de chica mala no va contigo.

-Lo digo enserio, me lo esperaba peor.-Crucé los brazos.

Hoy había sido el día perfecto. Había pasado la tarde con Héctor, hacia tiempo que no hablaba con él sin pelear, desde anoche, claro. Ni si quiera sé cómo fui tan valiente de expresar mis sentimientos. Normalmente me cuesta más, y eso Héctor lo sabe por experiencia, pero no iba dejarlo ir de nuevo. No podía volverlo a perder.

Estábamos recortados en el césped frío cuando el empezó a vibrar y sonar.

-Apágalo.-Ordené

-Es tu móvil.

Estiré el brazo para coger el bolso y buscarlo. Resoplé al ver que era Julia.

-¡NATALIA!-Casi me deja sorda.-¡TE HAS METIDO EN UN LIO DE LOS GORDOS!-Volvió a chillar.-¡MATÍAS ESTÁ AQUÍ!