Natalia:
Era por la mañana, me acababa de levantar, estaban en la cocina Julia y Carmen preparándose el desayuno. Les robé una tostada y me unté un poco de Nocilla. Me fui al jardín para comérmelo tranquilamente. Pero mi tranquilidad desapareció cuando vi a Héctor y Lamine tirándose de bomba a la piscina, haciendo que me salpicara todo el agua en la tostada.
-¿¡Sois idiotas!?-Grité levantándome.
-La idiota eres tú, ¿a quién se le ocurre comerse una tostada al lado de la piscina?-Héctor rió después del comentario de Lamine.
-Pff...-Entré para dentro y dejé mi tostada mojada en la basura, me apresuré a la piscina y me tiré de bomba encima de Lamine. Él solo rió y empezamos una guerra de agua, dejando a Héctor un poco apartado.
Hoy a la hora del mediodía iríamos a hacer senderismo. Pero por la mañana quería aprovechar la piscina.
Lo de salir a correr solo duré un día, era verano y prefería divertirme.
Qué vaga eres.
...
Me puse ropa cómoda y esperé a que el resto estuvieran listos para salir ya hacia la montaña.
Al llegar, Héctor tenía el mapa que nos dirigiría a la cima, donde había unas bonitas vistas.
-Vale, según dice aquí, es por este camino.-Señaló Héctor el camino mientras miraba el mapa que nos daban en la entrada.
Empezamos a andar por donde dijo.
-No mires el móvil, podrías caerte.-Me habló Héctor, a mi lado, muy serio.
Yo estaba hablando con Matías, y no dejé de hacerlo solo porque Héctor me lo dijera.
Solo resopló al ver que no le hice caso y siguió su camino indicando hacia dónde teníamos que ir.
Minutos después sentí como mi cara se estampaba contra el suelo. Levanté rápidamente la cara y me la toqué, tenía sangre en la nariz, me miré las rodillas y me empezaron a doler. Vi que también me sangraban.
Héctor fue el primero en darse cuenta de mi caída y se acercó corriendo. Después los demás también. Lamine se reía, Julia le reñía, Fermin solo me miraba las rodillas con cara de pena, Héctor me decía "Te avisé", Marc estaba hablando con Carmen, y yo estaba en el suelo llorando por el dolor y la vergüenza.
Viendo que ninguno me ayudó a levantarme.
Gracias a todos.
Héctor me cogió de la mano con cuidado y me puso en pie.
-Toma, seguir haciendo vosotros la caminata, yo la llevo a casa.-Dijo Héctor dándole el mapa a Marc.
-¿Estás seguro?-Preguntó Julia a Héctor, pero ella me miraba a mí. Él asintió y me ayudó a caminar agarrándome por arriba de la cintura. Se le notaba la tensión que tenía, y que realmente no quería tocarme, solo le asentí para que se diera cuenta que a mí no me incomodaba.
Después de un largo camino agarrada a Héctor, llegamos a la villa. Allí, Héctor cogió el maletín y empezó a echarme betadine por las heridas de las rodillas, los codos, el rasguño de la cara,...Lo hizo muy cuidadosamente.
-Gracias.-Dije seca y tímida, mientras le miraba a los ojos.
-No te preocupes. -Siguió con su trabajo, dándome con un algodón para que dejara de sangrar.
Después de un silencio incómodo, él lo rompió.
-Dejé a Sofía porque no sentía una conexión con ella. Era muy pesada, y aunque parecía buena chica, con el tiempo la noté rara, solo quería fama, supongo-Dijo.
Me sorprendió bastante que él lo hubiera confesado sin más, siquiera le pregunté. -Noté que cuando dije que la dejé, querías saber más sobre ello.-Afirmó Héctor, el cual me miró a la cara.-No quería saberlo.-Sí quería.
-Bueno, ya lo sabes.-Se encogió de hombros hablando con suavidad, la misma con la que me pasaba el algodón por el codo.
No volvimos a hablar más hasta que vinieron los chicos dos horas después. Ya era tarde pero aún así ellos querían divertirse un poco en la piscina, a mí me escocian bastante las heridas así que decidí quedarme sentada al bordillo sin meterme.
Héctor se sentó a mi lado, lo cual me sorprendió bastante.
-Puedes ir con ellos, no hace falta que estés pegado a mí y cuidando de mí como su fueras mi madre.-Dije mirándole.
Genial, había vuelto mi lado borde y amargada.
-Joder.-Suspiró y se fue con los demás. No entendía el por qué hacía todo esto, éramos como dos desconocidos con un pasado supuestamente olvidado.
Eso dolía.
Sonó mi móvil y me levanté cojeando a por él. Era Matías, últimamente me llamaba cada día. Era bastante pesado.
Estuve hablando un rato con él mientras que Héctor me miraba disimuladamente.

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EN LA MISMA VILLA
RomanceSEGUNDA TEMPORADA DE: EN EL MISMO PISO. Héctor y Natalia tienen un pasado. A Natalia le daba miedo expresar sus sentimientos ante él, tenía miedo de decir un simple "te quiero", para ella era complicado, Héctor no lo entendió, y no tardó en irse de...