EN LA MISMA VILLA

11

Natalia:

Me desperté a mitad de la noche ya que me entraron ganas de hacer pis, después de salir del baño fui a la cocina a por un vaso de agua.
Bajé las escaleras y escuché un ruido procedente de la cocina. Me aproximé y una vez allí, cogí la fregona que había en la esquina de la cocina y empecé a pegarle al aire, hasta que le di a alguien.

-¡AAAAH!

-¿Héctor?

-¿Natalia?

Resoplé.-Pensaba que eras algún ladrón.-Encendí la luz de la cocina.-¿Qué haces despierto?

-He escuchado un ruido en el jardín.

Y el ruido se volvió a escuchar, inconscientemente me escondí detrás de Héctor mientras él miraba por la ventana de la cocina que daba a la parte trasera de la villa.

-Quédate aquí.-Me ordenó

-¿Qué? ¡No!

Lo perseguí hacia la puerta de la cocina, en cuanto la abrió, el ruido volvió a escucharse por los arbustos.

-Si tienes miedo puedes irte.-Dijo con una sonrisa burlona.-Ya me encargo yo de esto.

-No me voy a ir, no tengo miedo.-Dije firme y él se encogió de hombros divertido mientras salíamos al jardín trasero.

-Nunc-.

-Shh.-Me tapó la boca.

Se aproximó a unos arbustos y yo me escondí en su espalda.
Salió una rata de ese arbusto y yo pegué un salto.

-¡AAAAAAAAHHHHH!

-Es solo una rata.-Puso los ojos en blanco.

-¿Sabes lo asquerososo que es eso? ¿Y las infecciones que trae ese bicho?-Mi cuerpo se erizó por el animal.

Héctor puso sus manos en mis hombros, lo que erizó fue eso. Me quedé completamente tensa.

-Vamos a dormir.-Me quitó sus brazos de encima y se frotó los ojos dejando que yo entrara primero a casa.
Parecía bastante incómodo, yo también lo estaba a ser sincera.
Cada uno fue a su habitación.

Aún así, por más que intentaba dormirme me era imposible y no sabía el por qué. Quería estar descansada para mañana.

Héctor:

Me despertaron los gritos de Natalia procedentes del salón.
Bajé sin ninguna preocupación. Mi primer pensamiento fue que se le había quemado el desayuno.

Era así de paranoica...

Pero me sorprendí-no tanto-cuando la vi hablando a gritos por el móvil.

-¿Puedes parar de ser un maltido acosador?-Pidió perdiendo la calma.

¿Acosador?

Ah, vale, pff, Matías.

-¿Perdona? ¡Si no confías es mí para qué sigues conmigo.

Díselo nena.

Pareció arrepentirse al instante de haberlo dicho y por respuesta de el melenas empezó a gritarle de nuevo.
No aguantaba esta situación, me entraban ganas de tirar el móvil a la maldita piscina, y no solo porque me hayan despertado los gritos de esos novietes, sino porque también me molestaba que Matías le hablara así a Natalia.

En cuanto ella se dio cuenta de mi presencia,  al girarse, tapó el móvil con la mano.

-¿Te he despertado?

-No, ha sido tu vena salvaje que se ha puesto a gritar como una loca.-Sonreí y ella me miró con cara de querer matarme con la mirada.-¿Problemas amorosos?-Pregunté para intentar calmar el ambiente.

Pista: lo empeoré.

-¿ESE ES HÉCTOR?-Oí gritar a Matías.-¡ME DIJISTE QUE ÉL NO HABIA IDO A ESE VIAJE!

Miré de manera interesante a Natalia, ella solo me dedicaba de nuevo una mala mirada.

Muy raro en ella...

Salió al jardín para poder hablar con su novio sin molestarme.
Después de ese momento me quedé pensando en los demás.
No había rastro de ninguno. Bueno, Pau seguía durmiendo.

Natalia volvió a entrar, pero no parecía más calmada. Al contrario.

-Así que soy como...Mhmm, una clase de...-Pensé.-¿Amante?

Sonreí cuando vi a ella volver a fulminarme con la mirada.