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Izuku adoraba a sus estudiantes (a veces). Eran muy enérgicos, llenos de esperanzas y sueños; era increíble estar rodeado de tanta energía juvenil. Este año se sentía lleno de nostalgia cuando le asignaron la clase 1-A. Izuku sonrió al encontrarse frente a la puerta del aula, sintiendo su corazón burbujear con alegría. Era la misma aula en la que él había estado años atrás cuando era un estudiante de 15 años. Ahora, con casi 25 años, era el profesor de los futuros héroes de la sociedad y no podía estar más contento de poder formar el futuro de Japón con toda la pasión y amor que podía dar en su trabajo. Abrió la puerta y rápidamente todos los chicos corrieron a sus asientos; era el primer día y se notaban los nervios en las caras de todos.

Izuku hizo un paneo general de la clase y observó sus rostros. Todos tenían los ojos llenos de pasión, lo que hizo que el corazón de Izuku se llenara de felicidad.

—¡Buenos días, Clase 1-A! —dijo Izuku, dejando su mochila sobre el suelo y apoyando su espalda baja contra su escritorio—. Seré su profesor este año, Izuku Midoriya. —Los chicos lo saludaron igualmente—. Bueno, ¿por qué no se presentan?

Izuku señaló el primer puesto, donde se sorprendió al ver una cabellera rubia. Era gracioso, porque ese era el lugar donde Katsuki se sentaba en primer año.

La chica rubia con ojos de color amarillo se levantó.

—¡Soy Kazumi Miyazaki! —dijo con voz fuerte y el ceño fruncido—. ¡Mi don es AquaFlame y voy a ser la próxima héroe número uno de Japón! —dijo segura, con una media sonrisa ganadora.

Izuku sonrió.

—Me gusta mucho esa actitud, Miyazaki. ¿Puedes contarnos más sobre tu don?

—¡Puedo controlar el agua, puedo alterar la temperatura y hacer que alcance temperaturas extremadamente altas, como si fuera lava! —Izuku se sorprendió y tomó nota mentalmente. Era un don impresionante.

—Increíble, perfecto... Bien, ¿atrás? —preguntó Izuku, alzando la cabeza para ver quién estaba detrás de Miyazaki. Después de todo, estaba ansioso por saber quién ocupaba su antiguo lugar.

Una chica de cabello largo, negro y ondulado se levantó y hizo una reverencia como saludo. Su mirada estaba incrustada en el suelo y apenas podía verse sus ojos.

—Mi nombre es Ikumi Nakamura y mi don es Brust... —su voz se escuchaba algo temblorosa. Izuku notó cómo Miyazaki frunció más el ceño al escucharla—. Y quiero ser una heroína para ayudar y proteger a la gente que más quiero.

—¡Eso es muy lindo de tu parte, Nakamura! —Izuku estaba feliz de ver futuros héroes tan seguros de sus elecciones—. ¿Qué puedes contarnos sobre tu don?

La chica levantó la mirada y miró a Izuku a los ojos.

—¡Puedo hacer ráfagas de viento fuertes! Pero no tengo mucho control... y a veces se descontrola todo... —Su voz se apagaba cada vez más.

—Bueno, ¡por eso estamos aquí! Vamos a ayudarte a controlar tu don para que lo puedas usar muy bien en el futuro —Ikumi sonrió ante eso y asintió. Volvió a sentarse y Izuku continuó escuchando las presentaciones de los demás alumnos.

Este año había chicos realmente sorprendentes y con dones que Izuku estaba ansioso por conocer más. Tenía todo un año para llenar un nuevo libro con quirks y estaba emocionado. Sin embargo, su mente aún daba vueltas en torno a las dos primeras chicas que se presentaron.

Ikumi y Kazumi le recordaban mucho a él y Katsuki en primer año: el ruidoso y seguro Kacchan, y el tímido y temeroso Deku. Negó con la cabeza mientras caminaba por el pasillo. Aún no conocía a las niñas lo suficiente; Izuku se dijo a sí mismo que seguramente la similitud de sus personalidades ocurría solo en su cabeza.

A glimpse of us - BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora