A glimpse of us - BKDK

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—Y después de presentarme, daré un discurso sobre la fundación y hablaré de ti, de lo mucho que me ayudaste... y les diremos que estamos juntas. ¿A todos? ¿Si quieres?... ¿No? —Ochako susurró irritada mientras practicaba frente al espejo una vez más, esperando que la décima vez que repetía esas palabras sonara mejor. Aunque Toga estaría en la fiesta y a su lado, Ochako nunca le había mencionado que planeaba dar un discurso sobre ella como la verdadera razón para crear la organización.

No sabía cómo reaccionaría su novia. Le estaba dando un rol bastante importante dentro de la fundación. Básicamente, Himiko pasaría a ser la imagen de todo, en lugar de Ochako. La razón principal de hacer este cambio era darle a Toga un lugar más significativo, para que el mundo supiera que, gracias a ella, Ochako era una mejor persona, y que, por su parte, Himiko también había mejorado.

—Ocha... ¿estás bien? Llevas como una hora en el baño —preguntó su novia preocupada—. La cena está lista.

La castaña abrió los ojos sorprendida, no se había dado cuenta de cuánto tiempo había pasado. Suspiró temblorosa y se lavó la cara con agua fría para despejar sus dudas antes de salir del baño. Himiko le sonrió cuando la vio y acomodó un mechón de su cabello detrás de la oreja.

—Perdón, estaba distraída y no me di cuenta del tiempo —dijo Ochako.

—Está bien... Pensé que te estabas bañando. ¡Ya vamos a comer, me muero de hambre! —Ambas rieron un poco y se dirigieron al comedor. Las manos de Ochako sudaban mientras intentaba agarrar los palillos. Aún no sabía si era buena idea dar el discurso, pero tenía claro lo importante que era Toga para la organización.

—Miko... —comenzó Ochako, levantando la vista de su plato y mirando a su novia, que tenía las mejillas llenas de comida. La escena le hizo soltar una pequeña risa, aliviando parte de su tensión.

—¿Qué? —dijo Himiko después de tragar y limpiar las comisuras de sus labios, algo avergonzada—. ¡Te dije que tenía hambre!

—Está bien, solo me hizo gracia... —murmuró Ochako, volviendo a mirar su plato—. Miko, quiero hablar contigo de algo...

—Claro, ¿pasó algo?

—Sabes que eres muy importante para mí, y por eso quería que me acompañaras a la fiesta de la organización. Pero no quiero que solo seas una acompañante más —Ochako no levantó la vista, nerviosa—. Quisiera dar un discurso, como siempre, pero esta vez quiero hablar de ti. —Finalmente la miró, encontrándose con los ojos curiosos de Himiko.

—¿De mí? —Himiko se señaló a sí misma, sorprendida. Ochako asintió sonriendo.

—Me salvaste la vida, Miko. Eres la razón por la que esta organización existe. Quiero que tengas más participación, que seas más reconocida...

—Espera, Ochako, ¿quieres hablar de mí en tu discurso? —aún sorprendida, Himiko la miró fijamente mientras Ochako asentía.

—También podríamos decirle al mundo que estamos juntas... si te parece bien —añadió Ochako, encogiéndose de hombros. Himiko soltó una risa nerviosa y negó con la cabeza, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que intentaba contener.

—¡Ochako, eso podría perjudicar tu ranking de héroe! —dijo preocupada—. Está bien decírselo a tus ex compañeros, a tus amigos cercanos... pero decirlo públicamente, con toda la visibilidad que tiene tu organización...

—¡No me interesa el ranking, Miko! Lo único que quiero saber es si te sentirías cómoda con la idea. No me importa bajar 100 puestos en el ranking de héroes mientras esté contigo. —Las lágrimas de Himiko finalmente cayeron. Ochako estiró su mano sobre la mesa y tomó la de Himiko, sonriéndole—. ¿Entonces...? ¿Te parece bien? —La rubia asintió con una sonrisa, mientras Ochako se alegraba de ver la sonrisa más hermosa del mundo.