A glimpse of us - BKDK

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—Kacchan… —suspiró Izuku mientras cerraba los ojos y sentía los besos de Katsuki recorrer su cuello, mientras la mano libre del rubio lo acercaba más a él, sujetándolo por la cintura. Se suponía que Izuku debería estar organizando su próxima clase, después de haber pasado un par de días cuidando de Katsuki, pero ya era tiempo de volver a su rutina y a su departamento.

—¿Qué? —preguntó distraído sobre la piel pecosa. Su voz sonaba grave y pesada, somnolienta, ya que se había despertado hace unos diez minutos. Luego de darle a Izuku un margen de cinco minutos para que terminara su trabajo, fue rápidamente a "molestarlo", aunque Katsuki no creía que eso contara como una molestia.

—Necesito cinco minutos para terminar esto… —Izuku hizo una mueca de dolor cuando sintió los dientes de Katsuki sobre su cuello—. ¡Ay! ¡Eso duele, Kacchan! —Su novio solo se reía mientras dejaba un suave beso en su mejilla como recompensa. Le tomó la muñeca con la que estaba escribiendo y la alejó del papel—. Necesito terminar… —se quejó, mientras Katsuki lo recostaba sobre el respaldo del sillón. Izuku se acomodó mientras el rubio se mantenía a corta distancia de su rostro, pero ligeramente arriba de él.

—Relájate un poco, Izu… —le murmuró mientras acortaba la distancia y lo besaba. Puso una de sus manos sobre la nuca de su novio y, con el pulgar, acariciaba y delineaba la línea de su mandíbula. Izuku alzó los brazos y lo rodeó por los hombros, dejándose llevar.

Los labios de ambos se movían sincronizadamente. Katsuki fue el primero en separarse, mordiendo ligeramente el labio inferior de su novio. Ambos sonrieron. Izuku abrió los ojos poco a poco, encontrándose con los de Katsuki, llenos de cariño, lo que le transmitía calidez por todo el cuerpo.

La mano del rubio, que estaba en la nuca de Izuku, bajó lentamente hasta su cintura y se inclinó hacia él nuevamente.

—Kacchan…espera.. —suspiró Izuku cuando el rubio se alejó del beso, llevándose una pequeña mordida en su labio inferior—. Quiero preguntarte algo...

—¿Qué pasa? —le sonrió, acomodándose en el sillón, dándole un poco más de espacio personal.

—Bueno, supongo que recuerdas algunas cosas de cuando estabas en el hospital, ¿verdad? Cuando te recuperabas, digo...

—¿Estás hablando de cuando les gritaste a los héroes de la agencia por llevarme a la misión? Porque, si es eso, sí, lo recuerdo. —Katsuki empezó a reírse—. No tenías que hacer eso, ¿sabes?

—¿Cómo que no, Kacchan? Fue una irresponsabilidad por su parte. No puede ser que una agencia tan importante sea así con sus héroes.

—Bien, bien, entiendo… ¿A qué viene todo esto?

—Bueno, yo tenía pensado empezar a patrullar el próximo año, ¿recuerdas? —Katsuki asintió—. Y la idea era ir a tu agencia, pero decidí que no voy a trabajar con ellos. Y, la verdad, tampoco quiero que tú trabajes allí.

El rubio suspiró y acarició la mejilla de su novio.

—Izu, escucha, es una buena agencia… Tiene varias ventajas y...

—Quiero que tengamos nuestra propia agencia, Kacchan —lo interrumpió Izuku, tomando con ambas manos la muñeca de Katsuki, mientras la mano del rubio aún estaba en su mejilla, acariciándolo con su pulgar—. ¿Te parece bien...? —preguntó con algo de miedo al ver el rostro sorprendido de Katsuki, casi paralizado, analizando las palabras una por una.

—¿Tú y yo?... ¿Una agencia? —Izuku asintió—. Amor...

—¡Si no quieres, está bien! Entiendo que es mucha responsabilidad y es muy complicado empezar una agencia de cero, sobre todo nosotros, que no tenemos experiencia. Pero tu mamá y papá me dijeron que nos apoyarían en todo lo que pudieran, y estoy seguro de que más de uno de nuestros excompañeros querría estar en nuestra agencia. Después de todo, fuimos amigos y compañeros de clase por tres años. ¡Y tener una agencia juntos podría hacer que nuestro ranking de héroes subiera más rápido y…! —Izuku empezó con su típico murmullo. Katsuki simplemente adoraba verlo perder la cabeza solo. El rubio aún no había dicho nada, e Izuku ya estaba dando mil razones. Sin embargo, a Katsuki no le importaban; él ya tenía su respuesta desde el momento en que la pregunta había sido planteada.