Escalera al cielo | MINAYEON

58.La boda Kim

Si años atrás le hubieran dicho a Nayeon que estaría asistiendo a la boda de dos de sus mejores amigas se hubiera reído en su cara y probablemente se hubiera burlado por una idea tan tonta. Sin embargo, jamás se imaginó que el dúo Kim serían las primeras en casarse.

Siempre vio a Jisoo muy sobreprotectora con Jennie y el como esta amaba celarla, quizás estaba demasiado ocupada en sus asuntos como para notar lo perdidamente enamoradas que estaban.

Pero ahora viéndolas en el altar con un vestido de novia le hace sentir orgullo y felicidad completa por sus amigas. Es más que obvio que se aman por cómo se miran.

Nayeon no puede evitar imaginarse a ella con Mina, pero quería algo más tranquilo.

Irónicamente, su mejor amiga, Jeongyeon piensa lo mismo al ver el beso entre Jennie y Jisoo. Se imagina de aquí a unos años con Jihyo en el altar.

Y por último estaba Rosé, algo borracha bebiéndose su sexta copa de vino. Sus pensamientos eran confusos, claro que se alegraba por sus amigas. Jennie y Jisoo eran como sus hermanas mayores y adoraba ver que se estuvieran casando.

Sin embargo, llevaba ese último mes lamentándose por haber dejado escapar a la mujer que amaba. Lisa estaba allí y la ignoraba completamente, estaba acompañada por un chico y Rosé por Hyeri.

—¿No vas a ir a hablarle? —Nayeon colocó una mano sobre su hombro.

—Nayeon —regañó Mina.

Su prometida estaba tomándole fotos a Sana y Momo, estaban adorables con sus vestidos y peinados. Parecían dos princesas juntas.

—Primero que deje de beber —aconsejó Jeongyeon.

—Hay niñas cerca Rosé —Jihyo se cruzó de brazos.

Ni Mina ni Jihyo querían que se acercara a Lisa, suficiente había tenido como para que la australiana volviera a molestarla.

Sabían lo mucho que le había costado dejarla ir.

—Rosie siempre nos da dinero cuando está borracha.

Como siempre Sana tenía que sumarse a la conversación de los adultos con completa inocencia.

—Puedes beber más —sonrió Momo señalando al camarero con una bandeja llena de copas.

—Te haré caso Momito.

Nayeon miro mal a su amiga, no quería problemas con su prometida.

—Vamos a sacarnos la foto con las novias —tomó de la mano a ambas niñas.

Todo su grupo de amigas fueron hacia las ahora recién casadas. Jennie estaba aguantándose las lágrimas y Jisoo la consolaba a su manera, pero lo hacía.

—Quien diría que sería hoy vuestro día —silbo Rosé.

—Bueno, siempre quise casarme pronto —sonrió Jennie.

—Ni por todo el dinero del mundo adivinaba que también sería Kim Jisoo —se burló Jeongyeon.

—Bueno ni yo que consiguierais novia ni tú ni Nayeon —se cruzó de brazos seriamente Jisoo —las dos sois niñas inmaduras ¿llegaréis al matrimonio?

Jeongyeon y Nayeon se miraron ofendidas.

—¡Claro que sí!

—Nayeon quizás sí —Jihyo miró de reojo a su mejor amiga.—ella ya tiene un anillo en su dedo

Mina había desaparecido un momento para hablar con la familia Im y de Kim Jisoo. El abuelo de Nayeon estaba presumiendo de la japonesa a las familias Kim, Yoo y Park.