Myoui Mina es una joven de veinte años, de clase media baja que se mata trabajando, inclusive en los fines de semana para mantenerse no solo a ella, sino que también a su hermana pequeña, Sana.
La pobre chica tuvo que ser responsable a muy temprana...
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🎵your existence - wonstein.
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En pleno septiembre el tiempo no era el mejor y menos a la madrugada, hacía bastante frío y el calor mañanero había ido desapareciendo poco a poco.
Había terminado de dejar las cajas en el almacén y tras reponer algunos productos de la tienda aprovechó para corregir los ejercicios de sus estudiantes de la academia.
Sin embargo había algo en su pecho que no le permitía estar tranquila.
Nayeon no le había escrito nada, no le había avisado ni la había llamado para darle buenas noches a ella y a Sana. Ni siquiera un buenos días.
Im siempre le avisaba y nunca faltaba a ello.
¿Podría ser que se la paso demasiado bien? No quería escribirle ni a Jeongyeon ni a Jennie, Jisoo o Rosé.
Lo último que quería fuera que las amigas de su novia se pensaran que era una tóxica obsesiva.
—¿Si...? Ah buenos días tío —Mina contestó su teléfono al instante, pero no era ella —No me he olvidado de la fecha, por favor avísame del hotel en el que se hospedará, tenga un buen día.
Mina colgó suspirando. Su tío por parte de madre volvería de Texas. Al parecer volvería a vivir a Corea y quería tener una comida con ella y con su pareja.
Le pareció sorprendente que las noticias volaran hasta Estados Unidos. Y también que no le reclamara por salir con una mujer, pero parecía emocionado con querer conocer a Nayeon.
Unos pequeños toques en el cristal la hacieron sobresaltar. Pensó que sería su jefe, pero no.
—¿Rosé? —frunció el ceño.
Y no solo Rosé, sino que Lisa también. Parecía que se acababa despertar.
—Mina —vocalizó desde fuera.
Era Lisa acompañada por Rosé y Manoban estaba sujetando la mano de la australiana con fuerza.
—¿Qué haces madrugando...? —preguntó saliendo de la tienda mirándolas.
Su amiga guardó silencio y miró a Rosé que tragó saliva antes de hablar.
—Nayeon está en el hospital.
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Sana estaba bastante preocupada, cuando Mina la fue a recoger con una cara tan triste supo que algo malo había pasado. Se inquietó al saber que debían de ir al hospital, sí ,odiaba ir a los hospitales al igual su hermana.
Mina acarició la cabeza de su hermana menor intentando calmarla mientras buscaban la habitación.
Y supo que la había encontrado cuando vio a una mujer rodeada por hombre trajeados de negro, como su séquito.
