QUINCE

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Y pudo concentrarse en su lucha, en su aquí y en su ahora. Donde estaba a nada de que un Nomu le tragara la jodida pierna pero donde un brazo convertido básicamente en piedra había intervenido para que eso no pasara y donde los dientes filosos del monstruo habían sido derretidos inmediatamente por un acido extremadamente corrosivo. Katsuki sonrió con todos sus dientes, con la euforia llenándole el pecho. Joder, genial.

Toda la maldita clase estaba ahí.

Deku estaría bien.

Y claro, Izuku estaba aliviado de verlos a todos pero sentía impotencia. Sus amigos estaban ahí, todos estaban peleando, todos estaban agrupados contra los Nomus, mientras él estaba ahí; tirado con el cuerpo hecho trizas y vacío, y con la mente hecha un caos, las manos temblorosas y unas insaciables ganas de ayudar.

Izuku quería ser un héroe.

Sus labios temblaron y sus ojos se aguaron al verlos a todos peleando, usando sus dones y venciendo, quería estar con ellos, quería pelear con ellos...

Pero ya no podía.

Jamás volvería a poder.

Jamás pelearía junto a Kacchan de nuevo.

Y su temperatura disminuyo, sudando frio, su corazón se acelero en una taquicardia que le quitaba el aliento, obligándolo a entreabrir los labios para lograr respirar bien, con los bordes de la visión comenzando a ennegrecer progresivamente hasta que podía observar todo como un manchón de colores, sin siquiera poder ubicarse por la audición al oír el constante pitido agudo. Todos sus sentidos estaban obstruidos, y se sentía tan patético ahí, cayendo al frente con las palmas extendidas en la tierra, jadeando desesperadamente y sudando y llorando y...

Y siendo tan inútil.

Tal vez el Kacchan de secundaria no estaba tan equivocado.

—. ¡Midoriya! — La voz de Iida atravesó el ruido de su cabeza — ¡Tienes que salir de aquí!

—. ¡Endeavor ya viene con más héroes, todo estará bien! — Grito Kirishima y odio la condescendencia en su voz, odio sentirse tratado como un civil.

Ya lo sabían, probablemente ya todos lo sabían después de ver ese ataque fallido. Tan patético, que vergüenza. Deku había muerto.

Pero no podía moverse, sus piernas no le respondían, nada de su cuerpo lo obedecía. Era una pesadilla, jamás deseo tanto que algo fuera solo un sueño.

Y entre la bruma, el dolor, la desesperación y el terror, unas manos suaves levantaron su rostro y unos ojos hermosos lo regresaron a la realidad.

—. Vamos, Izuku — Dijo con voz tranquila y el rostro parsimonioso, como si el infierno no se estuviera desatando detrás de ellos y como si el futuro de Izuku no acabara de ser absurdamente arruinado — Te llevare a un lugar seguro.

"Si de algo te sirve saberlo para mí seguirás siendo mi héroe."

—. Kacchan — Susurro con la voz débil y rota, sus ojos verdes atormentados — Se fue. Ya no tengo One For All.

—. Lo sé — Se encogió de hombros — No importa.

Se había quitado los guantes para poder tocarlo, era reconfortante sentir las manos callosas sobre él. Izuku pensaba que tal vez sería la última vez.

—. P-Pero ahora vas a odiarme — No pudo evitar la manera en que su voz se quebró al final y Katsuki doblo las cejas como si estuviera sufriendo — Me despreciaras, no querrás hablar con un sin peculiaridad, tu-

—. Nada de eso pasara, Izuku — Katsuki lo detuvo, sosteniéndolo por los hombros — No importa que pase, no volveremos a alejarnos, ¿entiendes? Me importas — Insistió — Jamás te odiaría, yo...yo...

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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