NUEVE

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([@ jeyu_tuun], multimedia⬆️)

Katsuki maldijo mientras subía, con un hambre de perros y un cansancio apenas soportable pero el enojo a flor de piel, nublaba el resto de sus sensaciones. Y para agravar la situación, quería orinar.

Casi se preocupa por la forma en la que se había agarrado el miembro para orinar. Vaya, el no tenía la culpa de cuánto lo hacía enfadar Izuku. Estuvo viendo los azulejos de enfrente con malhumor y recreando la discusión en la cocina, todo tipo de respuestas venían a su cabeza ahora que eran inservibles. Mierda, ¿por qué no se le ocurrió todo eso durante la pelea?

Refunfuño insultos para el pecoso al azar mientras se subía el cierre y se lavaba las manos, luego un atisbo de una leve chispa de esperanza explotó en sus ojos cuando escucho el toque de la puerta.

Genial, finalmente Izuku había pensando bien las cosas e iba a disculparse. Genial, genial.

—. Creo que bajaste a comer hace un rato, ¿no? — Su cara se arrugó en aún más malhumor al ver a Shoto parado del otro lado de la puerta con unos, por increíble que suene, muy sabrosos huevos con verduras. Katsuki elevo la ceja porque no, Shoto definitivamente no había cocinado eso — Los hizo Midoriya — Acepto, mirándolo mal.

—. ¿Por qué no los trajo él? — Se cruzó de brazos — Dile que los comeré solo si viene el mismo a dejarmelos.

—. ¿Qué? Bakugo...

—. Y vestido de sirvienta — Espeto, luego le cerró la puerta de golpe en el rostro.

Shoto parpadeo lentamente, mirando la puerta y pensando si debería seguir el berrinche del rubio o solo dejarle la bandeja ahí mismo.

Suspiro, cansado. ¿Por qué sus amigos tenían que ser tan difíciles?

Bajo a paso tranquilo por las escaleras y al abrir la cocina observo al peliverde comiendo pensativo en la isla de la cocina, al verlo entrar junto con la bandeja intacta le dedicó una mirada de preocupación.

—. ¿Está muy molesto?

—. Si.

—. Oh no — Arrugó el labio con tristeza y bajo la mirada a su plato con la misma tristeza.

Shoto se removió incómodo.

—. Ehm, es que...

—. ¿Qué?

—. Bueno, o sea, es que si va a comer — Murmuró — No dijo que no comería.

—. ¿Eh? — Ladeo la cabeza — ¿Bajara el a hacerse su comida o...?

—. No, no, es que...

—. Vamos Shoto, solo dilo — Le sonrió con gentileza para inspirarle confianza — No te preocupes, lo que sea que haya dicho sé que viene de él, no de ti.

—. Dijo que se lo llevaras tu — Dijo lentamente e Izuku elevo las cejas con sorpresa.

—. Oh vaya, genial. En realidad quería subir yo pero supuse que estaría muy enojado conmigo como para verme — Suspiro y animado se puso de pie, una gran sonrisa extendiendose — Bien, dame eso.

—. Pero vestido de sirvienta.

—. ¡¿Qué?! — Chillo, indignado.

Katsuki amaso un poco su almohada para acomodarla y luego se dejó caer suavemente sobre la cama. Una cama muy cómoda, por cierto. Movió los hombros para acurrucarse mejor y se cruzó de brazos.

No se había tapado.

Estaba esperando el toque de la puerta.

Casi sonrió con malicia cuando sonó unos diez minutos después de acomodarse en su cama y miro el techo otros segundos, haciéndolo esperar a propósito. Izuku jodidamente se lo merecía. A la segunda ronda de toques finalmente se levantó, se puso con parsimonia unas pantuflas y camino hasta la puerta para abrirla. La abrió muy lentamente a propósito, por cierto.

El numero unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora