Moda y Rivalidad

Capítulo 15: Semana de la moda

Se acercaba la semana más importante del año: la Semana de la Moda en París. Este evento no solo significaba la oportunidad de mostrar sus nuevas colecciones, sino también el lugar donde Becky y Freen habían planeado pasar su luna de miel, antes de que todo se desmoronara.

Rebecca recordaba vívidamente la conversación en la que eligieron ese destino.

- París es la ciudad del amor, - había dicho Freen, sus ojos brillando de emoción. - ¿Qué mejor lugar para nuestra luna de miel?

Rebecca había sonreído, sintiendo la emoción burbujear en su pecho. 

- Será perfecto, Freen. Caminaremos por el Sena, cenaremos bajo la Torre Eiffel y exploraremos cada rincón de esta ciudad mágica juntos.

Pero ahora, todo era diferente. Aunque esos recuerdos la asaltaban, Rebecca tenía a Friend a su lado, lista para crear nuevos momentos en la ciudad que una vez representó un futuro con Freen.

Durante su estancia en París, Rebecca, Friend, Irin y Mind compartieron momentos inolvidables. Uno de los días, se perdieron en las calles laberínticas de Montmartre, riendo y disfrutando de la espontaneidad de su aventura.

- ¿Sabes qué es lo mejor de perdernos? - dijo Friend, sonriendo mientras sostenía la mano de Rebecca - Descubrimos lugares que no están en las guías turísticas.

Otro día, disfrutaron de un picnic improvisado en los jardines de Luxemburgo. Friend se las arregló para sorprender a Rebecca con una pequeña serenata, tocando una melodía dulce en su guitarra mientras las hojas caían a su alrededor.

- Eres increíble - murmuró Rebecca, sintiéndose más enamorada que nunca.

La última noche libre antes de todo el caos de las pasarelas, alquilaron un barco para un paseo nocturno por el Sena. La vista de la ciudad iluminada era deslumbrante, y mientras se abrazaban bajo una manta, Friend le susurró a Rebecca:

- No importa dónde estemos, siempre y cuando estemos juntas. Te amo Rebecca.

- Si estoy contigo ya lo tengo todo. Te amo Torfan.

Estos momentos de alegría y relajación fueron un bálsamo para Rebecca, quien sabía que la semana siguiente sería extremadamente estresante. La Semana de la Moda en París no solo era una oportunidad de mostrar sus nuevas colecciones, sino también una prueba de fuego para su liderazgo y visión como CEO.

Con el inicio de la Semana de la Moda, el ritmo en la oficina de Rebecca se aceleró drásticamente. Su jornada comenzaba temprano, revisando informes de rendimiento y las métricas clave de la empresa. Con su equipo de alta dirección, discutía cada aspecto de la colección, desde los diseños hasta la logística del desfile.

- Necesitamos ajustar el tono de este azul - dijo Rebecca, sosteniendo una muestra de tela y comparándola con una paleta de colores - Es crucial que sea exactamente el tono que imaginamos. Si no es perfecto, no representará la visión que queremos transmitir.

Uno de los diseñadores asintió, ajustando la mezcla de colores bajo la dirección de Rebecca.

- Entendido, Rebecca.

Becky se movía rápidamente entre las mesas de trabajo, revisando cada pieza de tela con cuidado. Se aseguraba de que cada material tuviera la textura y el peso adecuados, ajustando los detalles según fuera necesario. Su capacidad para identificar las sutilezas en la calidad de las telas y la precisión en los colores era crucial para garantizar que la colección final cumpliera con los altos estándares de la empresa.

- Este tejido tiene que ser más ligero - observó Becky, tocando la tela con la yema de los dedos - Necesitamos que fluya perfectamente y que se sienta lujoso al tacto. No podemos comprometernos en esto.