Moda y Rivalidad

Capítulo 16: Encuentros inesperados

Después de la gala, Rebecca y Friend regresaron a su habitación del hotel. Rebecca, en agradecimiento por el constante apoyo de Friend, había preparado una sorpresa especial. La habitación estaba iluminada por velas, pétalos de rosa cubrían la cama, y el jacuzzi burbujeaba suavemente.

- Es hermoso, Rebecca, - dijo Friend con una sonrisa radiante. - No tenías que hacer todo esto.

- Quería hacerlo, - respondió Rebecca, acercándose para abrazarla. - Quería mostrarte cuánto te amo.

Friend sonrió y la besó suavemente.

- Yo también te amo.

Se besaron lentamente, con pasión, mientras Rebecca la guiaba hacia la cama. Se entregaron a la intimidad, bautizando cada rincón de la habitación con sus caricias y besos. Rebecca susurró palabras dulces al oído de Friend, llenándola de amor y seguridad.

- Eres todo para mí, Torfan. - dijo Rebecca entre besos. - No puedo imaginar mi vida sin ti.

Friend sonrió, sus ojos llenos de emoción.

- Siempre estaré contigo, Rebecca. Eres mi mundo.

Mientras tanto, Freen regresaba al hotel con Nam y Heng. Estaba ligeramente alegre, recordando cómo Rebecca había intervenido durante la entrevista.

- Rebecca me conoce tan bien. - comentó Freen. - Ella fue la única que notó mi incomodidad y me ayudó.

Nam la miró con seriedad.

- Freen, recuerda que Rebecca está con Torfan ahora.

- Lo sé, - respondió Freen, un poco desanimada. - Pero no puedo evitar sentirme agradecida por lo que hizo.

Heng asintió.

- Entendemos, pero debes enfocarte en tu vida y dejar ir el pasado.

Freen suspiró y ni bien llegaron al hotel se dirigió al bar del hotel. Allí, comenzó a beber para ahogar sus penas. Las luces tenues y la música suave no lograban calmar su mente inquieta. Después de un rato, una chica se le acercó, con una sonrisa coqueta y una chispa de interés en sus ojos. Freen, en su estado alterado, la llevó a su habitación, buscando una distracción de sus pensamientos atormentados.

Sin embargo, antes de que pudieran hacer algo, la mente de Freen se llenó de imágenes de Rebecca. El amor y la conexión que una vez compartieron invadieron su mente, y de repente, todo lo demás se desvaneció.

- ¡Sal de aquí! - gritó Freen, empujando a la chica hacia la puerta.

- ¿Qué pasa contigo? - respondió la chica, sorprendida y molesta.

- ¡Dije que te vayas! - insistió Freen, su voz llena de desesperación.

Los gritos llegaron a la habitación de Nam, quien rápidamente salió y convenció a la chica de irse.

- Lo siento por esto, - dijo Nam a la chica, y luego se dirigió a Freen. - Necesitas calmarte, Freen. Esto no te está haciendo ningún bien.

Freen se dejó caer en la cama, con la cabeza entre las manos. Nam se sentó a su lado, observándola con preocupación.

- ¿Qué te pasa, Freen? - preguntó Nam con suavidad. - ¿Por qué estás así?

Freen levantó la mirada, sus ojos llenos de dolor y confusión.

- No puedo dejar de pensar en ella, Nam. Rebecca está en cada rincón de mi mente. Intento seguir adelante, pero cada vez que lo intento, es como si ella estuviera ahí, recordándome lo que perdí. A parte, ahora esta con Friend, mi mejor amiga, Nam, ella era mi mejor amiga. - la pelinegra empezó a sollozar en el hombro de su amiga. - Sé que siempre estuvo enamorada de Rebecca, pero ella era mía. Rebecca siempre fue mía y la perdí.