XIX. Curadores.

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|| Curadores.



La noche parece estar especialmente agitada en el hospital Memorial de Beacon Hills. Encontrar un lugar para estacionar la moto se convierte en un desafío, y al entrar al edificio, me encuentro con un torbellino de actividad. La recepción está llena de gente, y el bullicio es casi ensordecedor.

Con la cena en la mano para mi madre, avanzo hacia el área de la recepción de urgencias. La marea de personas me dificulta llegar a mi destino para entregar la comida pero mamá debe verme antes que yo a ella porque se acerca sonriente a tomar la bolsa de comida.

—Oh, me muero de hambre —manifiesta, poniendo la bolsa de la comida china empaquetada cuidadosamente sobre el escritorio de recepción—. Oh, cariño. Lo siento. Debí agradecerte primero —añade, dando la media vuelta para abrazarme y darme un beso en la mejilla.

—No tienes nada que agradecerme —respondo sincero, luego echo un fugaz vistazo alrededor—. ¿Por qué hay tanta gente? ¿Está todo bien?

—Hubo un choque en caravana. Diez autos involucrados. Todos los heridos están aquí, pero el jefe de emergencias no responde a los llamados.

—¿Cómo que no responde a los llamados? —repito curioso.

—Significa que no sabemos dónde está. Y como no podemos localizarlo, debemos esperar a que llegue el médico de guardia.

De pronto, una mujer se acerca y pide algo para aliviar su dolor.

—Lo siento. Quiero ayudarla, pero darle algo antes de que la examinen adecuadamente podría complicar aún más las cosas —le contesta mamá con pesar, acompañándola a tomar asiento—. Tenemos que esperar a que el doctor la revise.

Desanimada y adolorida, la mujer se sienta de nuevo a esperar. Yo decido ir a sentarme a su lado. Ella me mira curiosa. Me aclaro la garganta.

—Una vez leí en internet que el contacto humano puede ayudar con el dolor.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora