About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen Wolf

Capítulo 19: Letharia Vulpina. Parte I

Maratón: 3/8

Meredith

Mi hermano ha vuelto a desconfiar de mí, al igual que Isaac, Allison, Derek y posiblemente también Stiles. Todos creen que yo soy el nogitsune, o de lo contrario, que sé quién es la persona que está poseída por este espíritu oscuro y que, nuevamente, he vuelto a traicionarlos.

A pesar de que soy consciente de que Lydia sigue creyendo ciegamente en mí, que los demás no quieran incluirme en ningún asunto de la manada me hace sentir abatida, sin ganas ni fuerzas para hacer nada, ni siquiera para demostrarles que pueden confiar en mí como solían hacerlo antes.

Hoy en la escuela vi a Isaac y a Allison hablando con el profesor de Historia, y a juzgar por la rapidez con la que el hombre lobo cerró la puerta cuando me vio en el pasillo, es seguro decir que no quería que yo me enterara de nada. De cualquier forma, no le di muchas vueltas al asunto, pues en cuanto la puerta se cerró volví a concentrarme en mi problema del día. Estaba hipersensible a los sonidos fuertes, exaltándome cada que alguien cerraba su casillero o dejaba caer un libro sobre el pupitre.

Resistí todo lo que pude, pensando que si lograba relajarme la hipersensibilidad auditiva desaparecería, pero nunca pude relajarme y nunca paré de respingar ante los constantes ruidos, los cuales que no parecían tener un final. Así que cuando ya no aguanté más, salí huyendo de la escuela para irme a casa, dónde no habría nadie aparte de mí y todo estaría en completo silencio. Pero la situación solo empeoró.

El silencio duró muy poco para mi gusto y pronto fui incapaz de ignorar este molesto sonido, al que solo puedo describir como un martillo golpeando un yunque. Estoy segura de que es el mismo que escuché esta madrugada, cuando Scott y yo estábamos en el ascensor del hospital.

El hospital. Debería estar camino al hospital. Estar ahí para Stiles durante sus exámenes es lo menos que puedo hacer luego de no haberlo podido encontrar la noche pasada, pero me siento agobiada y desesperada por el sonido que retumba no solo en mis tímpanos, sino también en mi cabeza. Al menos sé con seguridad que Scott y mamá estarán allí con Stiles y su padre.

Desbloqueo mi teléfono y busco el nombre de Lydia entre mis contactos, quizá si le cuento lo que me está pasando pueda ayudarme a encontrar una forma de hacerlo parar. No obstante, cuando coloco el aparato junto a mi oreja no escucho el usual timbre de espera, sino el horrible golpeteo del martillo contra el yunque siguiendo un ritmo perfectamente irritante. Lanzo el teléfono al suelo, sintiendo mi frustración llegar a su tope.

Llevo ambas manos a mi cabeza, apartando el cabello de mi cara e inhalo entrecortadamente, pensando en algo que pueda acallar el ruido, y en cuando logro encontrar una posible solución corro al cuarto de Scott y cojo sus audífonos de diadema, esperando que cuando la fuerte música salga de estos directamente sobre mis oídos sea capaz de silenciar al inexplicable sonido que estoy segura va volverme loca si no lo hago desaparecer.

La música funcionó, pero fue por tan solo unos cuantos minutos, pues este molesto y constante golpeteo regresa, sonando más fuerte que el solo de guitarra de la canción de Metallica que hasta hace unos segundos había logrado tranquilizarme, por lo que subo más el volumen, logrando apaciguar el ruido por tan solo diez segundos, así que vuelvo a presionar el botón de "más" y, cuando el volumen de la música ha llegado a su máximo de decibeles pero aun así no es capaz de alejar el sonido que parece querer volverme loca, grito.

Mientras grito, siento que la garganta se me desgarra, que el pecho se me comprime; puedo sentir cómo las lágrimas pican en mis ojos en su lucha por salir de su escondite y cómo la frustración y el miedo crecen dentro de mí.

Cuando alarido finalmente acaba, las lágrimas encuentran su camino al deslizarse por mis mejillas, la garganta me duele, siento un hueco enorme en el pecho y me siento completamente destrozada, tanto emocional como físicamente. Necesito a Scott, a mis amigos... a mi antiguo novio, pero aún sigo pagando por mis errores, por mi mala elección de decisiones y mi egoísmo. No quería perder a nadie, y en mi estúpido intento por no hacerlo acabé ahuyentando a las personas que más quiero.