XXXI. Vínculos rotos.

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|| Vínculos rotos.

Stiles.



Después de regresar de la muerte y antes de salir de la clínica veterinaria para encontrar el Nemeton, Scott nos contó que Meredith, mi novia, estuvo ayudando al darach desde el principio. Desde entonces, una tormenta de emociones ha estado arremolinándose, feroz e implacable, en mi corazón. Regresar de la muerte ya era suficiente para destrozar a cualquier hombre o mujer, pero esto... Esto era una traición que no podría haber imaginado ni en mis peores pesadillas.

En un primer instante me niego a creerlo. Es imposible, me digo. Meredith, la chica de mis sueños, no podría haber ayudado al darach a matar a Heather, a Tara, o a cualquiera de las otras almas inocentes que se perdieron en esos sacrificios monstruosos. Pero entonces, los recuerdos comienzan a filtrarse, cada uno más doloroso que el anterior: su sonambulismo inexplicable y el fulgor púrpura en sus ojos, aquella vez que desapareció sin que nadie se diera cuenta, que atacara a Lucy y no le contara a nadie, lo alterada que estaba cuando el maestro de música y Harris desaparecieron, su comportamiento extraño en general durante los últimos dos meses... y esa vocecita de sospecha que siempre, siempre, me negué a escuchar, acallándola con el peso de mi cariño por ella.

—Escucho algo —alerta Isaac de pronto, y sus palabras me sacan a la fuerza de ese abismo oscuro de pensamientos.

La escalera metálica, oxidada y chirriante, aparece ante nosotros como una esperanza tardía, y sé que mi mejor amigo ha llegado para rescatarnos. Pero el nudo en mi pecho sigue creciendo, apretándose con cada paso que doy.

Argent le indica a Melissa y Allison que suban primero. Luego sigue Isaac, con su habitual torpeza encubierta por un intento de valentía, y finalmente mi papá. Cuando llega mi turno, tomo el bate de aluminio con una fuerza casi desesperada, como si fuera lo único que me mantiene anclado a la realidad.

El aire fresco del otoño, que debería traer consigo un alivio casi placentero, me golpea con la misma frialdad que las palabras de Scott cinco horas antes. Y allí, esperándome, está ella. Meredith. La causa de mi sufrimiento y la razón de mi confusión.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora