El vuelo fue tranquilo.
La sonrisa de su madre se le clavó en el pecho cuando las puertas de llegada del aeropuerto se abrieron. Su padre intentó mantener la compostura cuando Minho le abrazó, pero le sintió sollozar en sus brazos.
Volvió a sentirse mal, culpable por no estar de acuerdo con aquello. Simplemente no podía, pero no lo iba a demostrar. Sonreiría todo el fin de semana y ninguno de los dos tendría que escuchar nada de lo que verdaderamente pensaba.
La ceremonia sería al día siguiente por la mañana. Algo muy íntimo en el juzgado, porque ni su padre ni su madre tenían amigos de verdad. Como si en la vida solo se tuvieran el uno al otro. Un comportamiento tan tóxico que a veces daba a Minho ganas de vomitar. ¿Qué haría él sin sus amigos? Probablemente morirse.
Esa noche cenaron juntos y Minho hizo una mueca intentando aguantar el dolor en su corazón cuando el olor de su antigua habitación llegó a su nariz. Todos los recuerdos, las lágrimas derramadas; los gritos, la absoluta tristeza que amenazaba con tragárselo desde dentro.
No pudo dormir, y se pasó la noche viendo Instagram para distraerse. Esperando a que el dolor se mitigara cuando se acostumbrase al aroma. Una notificación le pilló por sorpresa.
"@_doolsetnet ha solicitado seguirte".
¿Aquel era? No podía ser.
Miró su perfil por encima, y efectivamente. Allí estaba la cara de Jisung en un puñado de fotos diferentes. Incluso tenía vídeos de él cantando y tocando la guitarra, y Minho se encontró a sí mismo viéndolos una y otra vez.
Aceptó la petición y le siguió de vuelta. Total, ¿qué mal podría hacerle aquello? Podían ser amigos, al menos.
Bloqueó su móvil y se obligó a cerrar los ojos para sumirse en un sueño tan ligero, que cuando la alarma sonó, sintió que no había dormido nada.
Se dio una ducha rápida y se vistió con el traje que había preparado su madre para él, pues Minho había sido incapaz de molestarse en buscar algo decente. Volvió a sentirse culpable.
El café le supo amargo, más de lo normal. Su padre entró en la cocina y le sonrió casi con una disculpa.
–Minho, me alegra mucho que estés aquí hoy –Puso una mano en su hombro.
Él sonrió y se escabulló todo lo que pudo hasta que tuvieron que marcharse. Un Uber les llevaría hasta el juzgado y allí les esperaba la hermana de su padre que haría de madrina.
La boda pasó como un borrón. Recuerda sonreír para las fotos. Recuerda darle los anillos a su padre, observando con repulsión cómo lo deslizaba sobre el dedo anular de su madre. "Una nueva condena", no pudo evitar pensar.
Fueron a almorzar a un lujoso restaurante los cuatro juntos, y cuando sus padres decidieron marcharse al hotel en el que pasarían la noche, él caminó sólo hasta el bar más cercano. Se había quitado la corbata y la había metido en uno de sus bolsillos de la gruesa chaqueta de invierno que llevaba puesta. Necesitaba un trago.
Demasiadas emociones se arremolinaban en su interior como para volver a casa de sus padres en ese momento. Necesitaba aire, un par de whiskys y un vuelo de vuelta a Japón (aunque eso lo tendría al día siguiente de todas maneras). Así que se rindió al alcohol.
Llevaba dos cuando su teléfono vibró. El nombre en la pantalla le hizo sonreír.
–No llevo ni un día fuera, ¿y ya me echas de menos? –dijo con un tono ligero.
–Te llamo para comprobar que sigues con vida, pedazo de malagradecido –El tono de broma de Christopher le hizo reírse también.
Le contó cómo había ido, y su amigo le escuchó sin juzgarlo. La absoluta voz de la razón de Christopher le recomendó que no se sintiera culpable, que lo normal era sentir rechazo después de todo lo que había pasado.
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Chasing the light ~ Minsung
FanfictionLos principios por los que Lee Minho rige su vida, se ven tambalear por la presencia de una persona en su entorno. Y debía evitarlo a toda costa. ¡¡Advertencia!! En este fic se nombran situaciones como la autolesión, infidelidades, pornografía, abus...