Capítulo 11.

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Abrió los ojos desorientado.

No recuerda el momento exacto en el que Chris volvió a cargar con su peso hasta entrar en el apartamento, pero tiene pequeños flashes de él desnudándolo con cuidado en el baño y metiéndolo bajo el agua caliente de la ducha.

Minho no había dejado de llorar mientras los chorros de agua limpiaban el sudor frío de su cuerpo. Christopher le enjabonó el pelo, le quitó el resto del maquillaje lavando su cara con cuidado, y se aseguró de que él se limpiara bien sus partes más íntimas.

Al salir, lo envolvió en una toalla gigante y calentita, y Minho ya había parado de llorar. Una vez seco, lo ayudó a ponerse el pijama y se sentó con él en el sofá.

Changbin llegó no mucho después. Minho se fijó entonces en que sus dos amigos iban vestidos como si hubieran estado de fiesta, y se sintió tan culpable por haberles arruinado la noche, que casi se le saltan las lágrimas de nuevo.

–Siento haberos aguado la fiesta –Consiguió susurrar.

–Somos tu familia, hyung, estamos aquí para ti siempre –Chanbgin lo abrazó, dejando que su cabeza reposara en el hueco de su cuello.

Sollozó, sus ojos húmedos parecían no haber tenido suficiente llanto.

Chris le preparó ramen instantáneo, que se comió despacio tras beberse un vaso de agua y dejar de llorar, otra vez.

Sus amigos lo acompañaron en silencio.

–¿Qué estaban haciendo antes de que te llamara, Chris? –Necesitaba una distracción.

El aludido estaba acariciando su espalda arriba y abajo en un intento de que entrara en calor. Se le escapó una pequeña risa, compartiendo una mirada cómplice con Changbin que Minho casi no vio.

–Fuimos a tomar algo con Felix.

Aunque pensar en Felix le llevaba directamente a lo que había pasado con Jisung, encontró fuerzas en su interior para alegrarse por sus amigos.

–¿Ha ido bien? –Se giró para mirar a Changbin, que estaba extrañamente callado.

Se sonrojó. El pedazo de hombre imponente que era Changbin se estaba sonrojando como un adolescente.

–Cuando estuvimos los tres fue genial –Escuchó la voz de Chris sin mirarlo–, pero los dejé solos cuando fui a por ti. ¿Cómo ha ido, Binnie?

El sonrojo era persistente, la sonrisa incontenible bañando su rostro con una luz que Minho hacía tiempo que no veía en él.

–Puede ser que nos hayamos besado.

–Ahora soy yo el único que no ha comido tarta –Christopher bufó, fingiendo un tono de decepción que casi era demasiado bueno para ser real–. Voy a tener que quedar con Hyunjin por mi cuenta.

Minho se rio débilmente.

–Me alegro de que os esté yendo bien.

Se recostó en el respaldo del sofá, aún con el brazo de Changbin sobre sus hombros abrazándolo. Christopher había sujetado su mano al otro lado, manteniéndolo cálido entre sus cuerpos.

–¿Quieres contarnos qué ha pasado? –Preguntó el mayor.

Cerró los ojos, cogiendo aire.

–Recuerda que si no quieres, no tienes que hablar de ello –La voz de Changbin le reconfortó.

Pero quería decirles lo que había pasado.

–Jisung estaba... –Se le cortó la voz. Tragó el nudo de su garganta para empezar de nuevo–. Jisung estaba precioso esta noche. Bailamos juntos y terminamos en el baño. Cuando le he visto de rodillas delante de mí, he entrado en pánico. No podía quitarle el derecho de decidir antes de... –masculló en un susurro–. Eché a correr dejándolo allí, pero me siguió. Y le conté las cosas que había hecho.

Chasing the light ~ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora