Desde que Lando había entrado a la F1, se había enamorado de Checo Pérez.
Pero siendo completamente sinceros, su enamoramiento se remontaba más atrás, incluso antes de poder entrar a la F1. Veía a Checo lograr lo que pocos latinoamericanos habían conseguido en un deporte dominado por europeos.
Ciertamente todo había comenzado con una clara admiración al mexicano, pero cuando pudo ver en persona a uno de sus corredores favoritos, confirmó lo guapo que era. Definitivamente, las cámaras no le hacían justicia. Lo que lo había flechado desde el primer instante.
Aún recuerda la primera vez que tuvo el placer de conocerlo.
[...]
Lando iba entrando al hotel donde se llevaría a cabo una cena antes del inicio de temporada. Iban a presentar a los nuevos pilotos y desearles suerte en un acto formal como lo es una cena.
Estaba caminando por el lobby del hotel, nervioso por conocer a quienes había visto correr por la televisión. Es cierto que ya conocía en persona a un par, pero había pilotos estrella que simplemente le emocionaba poder conocer en persona. Estaba frotando sus manos en los costados de su caro pantalón de diseñador, limpiando el sudor de estas, cuando a lo lejos pudo ver con claridad a cierto mexicano aparentemente texteando en su celular.
Sin embargo, aunque Checo parecía ocupado, el inconsciente de Norris no pudo analizar por completo la situación. Apenas tuvo la oportunidad de verlo en persona, respirando a no más de diez metros el mismo aire que él, que no pudo detener a su cuerpo; su cerebro comandando a sus pies dirigiéndolo directamente hacia él.
-¿Se-Sergio? -tartamudeó un nervioso Lando, reprochándose mentalmente por mostrarse tan inseguro frente a uno de sus ídolos.
Checo se volteó, un poco sorprendido. Estaba demasiado ensimismado en la conversación que tenía con cierto neerlandés a través de mensajes.
-Oh, hola -respondió Checo con una ligera sonrisa, creyendo que Lando era solo un fan, y no estaba tan alejado de la realidad.
Lando estaba tan absorto con la belleza de la sonrisa del mexicano que no se dio cuenta de que se había generado un incómodo silencio.
-Uh, tú... ¿quieres una foto? -preguntó el piloto sin saber muy bien qué hacer, queriendo entrar cuanto antes para evitar la intensa mirada del chico frente a él.
Lando salió abruptamente de sus pensamientos con esa inesperada pregunta, mostrando movimientos descoordinados con sus manos, así como torpes movimientos, símbolo de nerviosismo, por parte de sus piernas.
-Yo no... es decir... sí, sí quiero... pero no, yo no... no soy...
Su fallido intento de explicación se vio interrumpido por una risa del mexicano, y Lando no pudo imaginar otro sonido más glorioso que aquella risa.
Antes de que el mexicano pudiera tranquilizar al británico con palabras, una tercera voz sacó a Lando de su penosa situación.
-¡Hey, Norris! -exclamó Carlos Sainz, acercándose a la dupla-. Qué gusto, chaval, por fin te unes a los grandes -lo felicitó, dándole un par de palmadas al británico.
-Hola, Carlos -logró saludar Lando, con una tímida sonrisa.
-Checo, ¿ya conociste a Lando? -preguntó con entusiasmo Carlos-. Se une a la escudería de McLaren.
-¡Oh! -soltó con mucha sorpresa Checo-. Yo no estaba...
Checo fue interrumpido por la escandalosa voz de Daniel Riccardio y su compañero, Max Verstappen, ambos muy animados, saludando a Carlos y al novato.
[...]
Y aunque su intento de causar una "buena impresión" hacia uno de sus pilotos favoritos había fracasado, el trato que recibió por parte del mexicano fue amable. Lando se dio cuenta de que Checo era alguien encantador, carismático, atento y respetuoso con todos sus compañeros de la parrilla, lo que solo fortaleció su flechazo por Pérez, admitiendo a las pocas semanas de su convivencia con el mexicano que definitivamente se estaba enamorando.
ESTÁS LEYENDO
Sigues con él | Checo & Lando.
FanfictionTe veía tan enamorado que ni lo intente, ahora me pregunto, ¿por qué sigues con él?