Jugar Mario Kart con Checo había sido definitivamente una buena idea. Se habían divertido tanto que comenzaron a platicar, dejando el juego de lado y manteniendo una agradable conversación. El mexicano no le había comentado por qué se encontraba triste, pero Lando no lo presionaría a hablar de algo que lo hiciera sentir incómodo.
Al principio, la conversación se había sentido trivial y sencilla, pero conforme el tiempo pasaba, los temas profundos iban escalando, por lo que a Lando se le había hecho buena idea ofrecerle tequila a su compañero. Lando no era tolerante con aquella bebida y usualmente no la consumía, pero tenía una botella edición especial de Don Julio, traída desde Jalisco. Le había costado muchos dólares, la había comprado pensando en regalársela al tapatío en uno de sus cumpleaños, pero se arrepintió en el último momento, pues sería raro que se la diera después de ya no ser amigos. Se encontraba guardada en una repisa cerca de su cama desde hace dos años, pero sin duda ahora le daría un buen uso.
La plática cada vez se hacía más intensa y con el alcohol en las venas, ambos pilotos estaban siendo más parlanchines, y como cualquier plática de personas borrachas, comenzaron a hablar de temas más íntimos. Ninguno de los dos estaba incómodo por ello, pero después de su tercer vaso, Checo comenzó a lanzar comentarios más acalorados que sugerían ciertas indirectas para Lando, tomando desprevenido al británico.
"Primero tomaste, luego llamaste..."
-¿Sabes, Lando? -dijo Checo, con una sonrisa juguetona-, siempre me ha sorprendido lo bien que te ves en las fotos. Digo, en persona también, pero en las fotos... parece que tienes un don.
Lando se sonrojó un poco, sin saber si era por el tequila o por el comentario de Checo.
-Gracias, Checo. Tú también sales bien en las fotos. Además, tienes esa sonrisa que... bueno, es difícil no notarla.
Checo rio, tomando otro sorbo de su tequila antes de mirar a Lando con una intensidad que el británico no había visto antes.
-Tú sabes, Lando, a veces uno se pregunta... ¿qué hubiera pasado si...?
"Y en medio indirectas calentaste la habitación..."
Lando frunció el ceño, intrigado.
-¿Si qué, Sergio?
El mexicano se inclinó un poco hacia adelante, acortando la distancia entre ellos.
-Si las cosas hubieran sido diferentes. Si... nosotros hubiéramos seguido siendo amigos.... o incluso, un poco... más -agrego esto último, poniendo un dedo travieso en el hombro del británico.
"No lo espere de ti, te veías tan enamorado que ni lo intenté..."
Lando sintió un nudo en el estómago. La habitación parecía haberse vuelto más pequeña, más íntima. Quería decir algo, pero las palabras no salían. En cambio, se encontró perdido en los ojos de Checo, tratando de descifrar si aquello era solo el tequila hablando o si había algo más.
-Checo... yo... -comenzó Lando, pero fue interrumpido por el mexicano.
-No tienes que decir nada, Lando. Solo... quería que lo supieras.
Lando asintió, sin romper el contacto visual. En ese momento, las barreras que habían construido durante años de rivalidad y malentendidos parecían desmoronarse. Sin pensarlo mucho, Lando se inclinó hacia adelante y, en un impulso, plantó un beso suave en los labios de Checo.
El mexicano se quedó quieto por un segundo, sorprendido, pero luego respondió al beso con igual suavidad. Cuando se separaron, ambos estaban respirando pesadamente, sus corazones latiendo al unísono.
-Lando... -susurró Checo, sin apartar la mirada.
-Checo, yo... siempre... - Lando susurro, su voz temblando un poco.
Estaba a punto de admitir su secreto más profundo, pero había dos hechos importantes que lo detenían. Checo tenía novio y ambos estaban tomados.
"¿Por qué sigues con él?"
Ambos permanecían callados, sin apartar las miradas del otro. El ambiente se volvió más cargado, más eléctrico. Checo se acercó más a Lando, sintiendo el calor del cuerpo del británico contra el suyo. Sin previo aviso, tomó a Lando por la nuca y lo besó con una pasión contenida durante años. Esta vez, el beso no fue suave ni tímido, fue voraz, demandante, como si ambos quisieran devorarse mutuamente.
Lando gimió contra los labios de Checo, dejándose llevar por el torrente de sensaciones. Sus manos se movieron solas, recorriendo la espalda del mexicano, sintiendo cada músculo tenso bajo sus dedos. Checo, por su parte, deslizó una mano bajo la camiseta de Lando, acariciando su piel caliente, provocando que el británico se estremeciera.
-Sergio... -jadeó Lando, apenas separándose para tomar aire-, esto... esto es...
-Lo sé -interrumpió Checo, mordiéndole el labio inferior-. Pero realmente lo quiero.
"Si borracho me confesaste..."
Lando no pudo responder. En lugar de eso, empujó a Checo contra el sofá, besándolo con más fervor. Sus cuerpos se presionaron juntos, creando una fricción deliciosa que los hizo gemir a ambos. Lando bajó las manos, desabrochando con torpeza el cinturón de Checo, mientras el mexicano hacía lo mismo con él.
Rápidamente, la ropa empezó a desaparecer, dejando al descubierto la piel caliente y ansiosa de ambos. Lando bajó la mirada, admirando el cuerpo bronceado del mexicano, antes de inclinarse y besar su cuello, mordisqueando y chupando, dejando marcas que sabían a victoria.
Checo arqueó la espalda, disfrutando de cada caricia, cada beso. Sus manos se enredaron en el cabello rizado de Lando, guiándolo hacia donde quería, necesitaba.
-Lando... -jadeó, con la voz ronca-, no te detengas.
El británico sonrió contra la piel de Checo, bajando más, recorriendo el torso del mexicano con su lengua, saboreando cada centímetro. Al llegar a su destino, levantó la mirada, encontrándose con los ojos llenos de deseo de Checo.
-Dime lo que quieres -susurró Lando, su voz ronca y cargada de lujuria.
Checo sonrió, sus ojos oscurecidos por la pasión.
-Quiero todo. Quiero todo de ti, Lando. Todo.
"Si pruebas, no vas a volver."
THE END
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Sigues con él | Checo & Lando.
FanfictionTe veía tan enamorado que ni lo intente, ahora me pregunto, ¿por qué sigues con él?