Sigues con él | Checo & Lando.

2.8.1

La temporada estaba a punto de llegar a su fin, y Lando lideraba el campeonato por primera vez en su carrera. Era un logro que había soñado toda su vida, y estar tan cerca del título mundial lo llenaba de emoción. Sin embargo, la emoción venía acompañada de una pequeña complicación: Checo, su propio novio, estaba en segundo lugar, pisándole los talones en la tabla de posiciones.

Lejos de causarles algún conflicto, ambos se habían tomado la situación con humor. Habían estado bromeando durante toda la temporada sobre quién sería el campeón, y lo cierto era que la competencia entre ellos no afectaba en absoluto su relación. Al contrario, los había hecho más cercanos, encontrando en cada carrera una razón más para apoyarse y bromear el uno con el otro.

-Así que... ¿estás listo para perder el campeonato? -bromeó Checo una mañana en el paddock, mientras ajustaba el cuello del Nomex de Lando con una sonrisa traviesa.

-¿Perder? -Lando soltó una risa mientras tomaba las manos de Checo-. Creo que el único que va a tener que conformarse con el segundo lugar eres tú, rayo de sol.

Checo se rio, dándole un pequeño beso en la mejilla antes de alejarse para dirigirse a su garaje. Estaban en el paddock, rodeados de periodistas y equipos, pero ninguno de los dos parecía reparar en el bullicio a su alrededor. Solo estaban ellos dos, bromeando como siempre.

En una entrevista reciente, los periodistas habían intentado hacer sentir incómodos a Lando y Checo, insinuando que la competencia por el campeonato podría afectar su relación.

-Lando, Checo... ambos están peleando por el campeonato. ¿Esto no genera tensión en su relación? -preguntó uno de los periodistas, claramente buscando algún tipo de drama.

Lando y Checo intercambiaron una mirada rápida antes de sonreír.

-No hay tensión -respondió Lando con una sonrisa tranquila-. Lo que pasa en la pista se queda en la pista. Afuera, Checo y yo seguimos siendo... bueno, ustedes ya saben.

-Exacto -añadió Checo-. Somos una pareja fuerte, y nada va a cambiar eso, ni siquiera un campeonato. Aunque, claro, me encantaría ser yo el que lo gane este año -bromeó, guiñándole un ojo a Lando.

Ambos rieron, dejando en claro que su relación no se vería afectada por lo que sucediera en la pista. Estaban seguros de lo que tenían, y nada, ni siquiera la competencia más intensa, podría cambiar eso.

[...]

Sin embargo, mientras Lando parecía estar enfocado en el campeonato, había algo más que ocupaba su mente: estaba planeando su propuesta de matrimonio. Desde hacía semanas, había estado organizando todo en secreto, y contaba con la ayuda de sus amigos más cercanos, Oscar, Carlos, y el novio de Carlos, Charles. Además, Paola, la hermana de Checo, también estaba involucrada en los preparativos, asegurándose de que todo fuera perfecto.

Lando quería que la propuesta fuera inolvidable, algo que Checo recordara para siempre. Pero últimamente, la planificación lo estaba absorbiendo tanto que Checo había comenzado a notar su actitud distraída.

-¿Estás bien? -le preguntó Checo una tarde, mientras paseaban por el paddock. Había notado que Lando parecía perdido en sus pensamientos últimamente-. Has estado muy distraído estos días. ¿Es por el campeonato?

Lando, que no quería revelar su sorpresa, solo sonrió y negó con la cabeza.

-No, estoy bien. Solo es... estrés. Ya sabes, el campeonato y todo eso.

Checo frunció el ceño, sabiendo que algo no encajaba del todo. Sin embargo, decidió no presionar más. En cambio, optó por hacer algo especial para que Lando se relajara.

Esa misma semana, Checo tomó la iniciativa de organizar un fin de semana de relax para ambos. Sin decirle nada a Lando, organizó todo, una estancia en una lujosa casa de campo en Italia, con masajes relajantes en un spa exclusivo y cenas preparadas por un chef privado. Sabía que Lando estaba pasando por mucho, y quería que tuviera un descanso antes de la última carrera de la temporada.

-Sorpresa -dijo Checo una tarde, con una sonrisa radiante-. Nos vamos este fin de semana a Italia. He organizado todo para que te relajes. Lo necesitas.

Lando se quedó boquiabierto, sorprendido por la noticia. Sabía que un fin de semana en Italia podría interferir con los planes que estaba preparando para la propuesta, pero Checo parecía tan emocionado que no tuvo corazón para negarse. Además, el tiempo con Checo siempre era algo que apreciaba.

-¿Italia? -preguntó Lando, intentando no sonar demasiado preocupado-. ¿No podríamos... no sé, posponerlo un poco?

Checo lo miró con una expresión de incredulidad.

-¿Posponerlo? ¡Estás más estresado de lo que pensé! Vamos, te hará bien. Deja todo en mis manos.

Lando suspiró, rindiéndose ante la insistencia de Checo. Finalmente, dejó la planificación de la propuesta en manos de Carlos y Charles, sabiendo que ellos podrían encargarse de los detalles mientras él disfrutaba de un fin de semana relajante con su novio.