𝐻𝐴𝑊𝐾𝐸...

Cipriano. 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 11

Pequeño espoiler: no olviden escuchar la canción al momento de llegar con Cipriano bailando...igual eran solo para no perder la esencia del cap, ahora si continuemos...

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Cipriano...

Bucarest Rumanía. Buchanan club/bar. 7 de septiembre del 2020. 11:10 PM.

Sábado y este lugar esta aún más lleno que nunca. Gente que viene a entregar sus penas entre alcohol, sexo, drogas, mujeres y hombres. Todos en la misma sintonía, buscando dejar su semana de mierda entre todos aquellos que pregonan más y más de este éxtasis que este sábado les puede dar.

Hoy dos por uno, así que este lugar suele estar hoy más lleno que nunca. Las zonas VIP es tan llenas. Algunos socios de este país, tomando y metiéndose entre prostitutas. Mafiosos del área, o de otras partes ya que aquí la policía no molesta. Ventaja de haberlos comprado, supongo.

Música, alcohol, deseo y placer. Cada uno saciado por los cuerpos, besos y toqueteos. Que más se podía pedir en esta noche. La noche perfecta para que los monstruos de Rumanía anduvieran sueltos para poder cazar a sus víctimas.

Monstruos que entre la oscuridad se esconden a tal punto de vivir entre los callejones, o lugares baldíos que la policía no tomaría ya que sería "perdida de tiempo". Cómo si este pueblo, ciudad y país no supieran que estamos llenos de plagas de ratas, aquellos que compran con dinero, y la gente así de fácil se prostituye.

Como los Vitalli, que con tal de no perder sus negocios de discotecas y bares en Nueva York se prostituyen. Hasta llegar al punto de que comen de mí mano, de que se entregaron a los Blatter como gatas con tal de salvar lo suyo.

Siempre se supo de Demián y Estefan Vitalli no eran tan buenos como su padre Giacomo Vitalli. Al contrario, eran unos idiotas; niños mimados de mami y papi que vivían de lo de su padre, al punto de ser un par de ineptos. Lo que nunca se les negaría era lo crueles que podían ser al momento de una venganza, creo que por eso la gente aún los estima, ya que son utilizados para venganzas entre otros bandos, o secuestros y cosas así.

Prostitutas de todo el mundo, definitivamente.

Por eso los utilizaría contra Sebastián, por primera vez quiero quitarle algo que es suyo. Algo que yo quiero y anhelo, ella. Sus ojos, labios, nariz, mentón, cabello, cuello y hombros. Todo tan perfecto que parece creada por el Olimpo. ¿Quién no la desea? Por que ella realmente es una mujer hermosa, aquella que sin mal versarme me vio a los ojos y no temió de mí.

Sebastián no merece lo que tiene, ¿O si? Por que ella no podría estar entre monstruos.

-¿Entonces nos entregas a Sebastián y tu te quedas con su imperio?—cuestionó Estefan Vitalli.

Quien estando frente a mi, tomando bourbon y su pierna cruzada una encima de la otra me veía incrédulo.

—Así es.—afirme.

Estefan giró su cabeza para poder ver a su hermano Demián, quien este veía por el ventanal de la sala Vip donde los recibí. Demián soltó un suspiro pesado, uno profundo al mismo tiempo que su copa de ron viajaba hacia sus labios.

—Mira Cipriano, se que será tonta e ignorante mi pregunta. ¿Pero cual es el propósito de entregarnos a tu hermano?—vacilo. Indago Demián.

Alce una ceja mientras intercalaba mi mirada entre ambos hermanos. Solté un suspiro por mis labios, y un trago de coñac llego a mi garganta.

—Tendré que ser sincero.—admití en un suspiro—Sebastián no es mi hermano, es mi medio hermano.—Expliqué.

—No me digas. ¿El hijo de la otra?—bromeó Demián.