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Abrí mis ojos de golpe al sentirme observando y tome la pistola a mí lado apuntando a la puerta.

La luz se encendió y Silvio me mostró la tarjeta de ingreso en su mano y la otra por obvias razones estaba libre.

Suspiré y dejé la pistola a un lado para acomodar las sábanas.

- Avisa cuando vengas, casi me muero de un infarto - me queje y Silvio soltó una risa para quitarse las botas y acostarse a mí lado.

- Estás seguro¿No? Todo estará bien - aseguró Silvio acariciando mí cabello.

Cerré los ojos disfrutando su tacto y beso mí frente.

- ¿Dormimos?- asentí y Silvio me abrazó y apagó las luces.

Disfrute sus suaves caricias en mí espalda, lo necesitaba lo necesitaba demasiado.

- Tengo miedo, no deberías de estar aquí - susurré abriendo los ojos y silvio tomo mí mano y la besó.

- Yo también recibí la amenaza, pero no voy a dejarte solo ahora mismo - dijo y lo mire varios segundos a los ojos, silvio hizo lo mismo y lentamente soltó mí mano para acariciar mí cabello- Si tienes que hacerlo para proteger a tu familia hazlo. Pero quiero que sepas que te amare hasta que tu alma muera y se dice las almas son eternas igual que yo - dijo silvio y sonreí para dejar caer una pequeña lágrima.

- Eres el amor de mi vida, eres la única persona que hace que estar vivo valga un poco la pena - confesé y Silvio me observó confundido - No quiero te pase nada, si algo te sucede me muero - susurré y Silvio me besó lentamente.

- Te voy a seguir cuidando, no voy a dejar nadie te lastime, te lo prometí¿No?- preguntó tocando mí nariz y reí para acariciar su mejilla.

- No quiero lo hagas, no sé si tengo la fuerza de voluntad para mirarte y no querer abrazarte - solté y silvio sonrió de medio lado.

- Muzi Muzi Muzi - dijo pensativo - ya sé que nombre ponerle a mi hija si es niña-

- Oye ¿Por qué niña?- pregunté ofendido y silvio rió.

- Porque si es niño Lin le quiere poner Miguel, si es niña yo escojo el nombre - explicó y sonreí - Aparte tú nombre es muy hermoso.

Me levanté y me senté en su estómago colocando mis manos en su pecho.

Silvio sonrió entendiendo y colocó su mano en mí cintura.

- Si salimos de Ariox...¿Serías capaz de huir conmigo?- pregunté nervioso y Silvio me miró con curiosidad - Si nos dan como muertos Lin recibiría una compensación de maternidad ya que es tu esposa- expliqué y silvio se quedó callado.

- ¿Y tú?-

- Lo mismo pero con mí familia...es estúpido.

Silvio me bajo un poco y suspiré nervioso, no podía ser cierto¿Enserio quería eso mientras yo estaba muriéndome de los nervios y quería llorar?

Para mí sorpresa se sentó y me abrazo así que sonreí y también lo hice.

- Solo tienes que ser valiente - dijo en mí pecho - Todo se va a solucionar si tú eres valiente, y sé que lo eres porque eres la persona más asombrosa que conozco- dijo y sonreí para acariciar su cabello.

Me baje un poco de sus piernas para tomarlo del cuello y besarlo, silvio me acostó en la cama y correspondió metiendo sus manos por mí camisa.

Se detuvo y me miró.

- ¿Estuviste con Flex?- preguntó y fruncí el ceño.

-¿Qué?- pregunté y Silvio se alejo un poco.

Virus Ariox [ Silvexkato ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora