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Observé a Flex que estaba tomándose las pastillas para dormir.

No había podido dormir desde el funeral de Muzi y yo me sentía muy culpable.

Yo lo había lastimado, a ambos había dejado que le hicieran cosas muy dolorosas a Muzi aunque yo sabía que Muzi por culpa de su padre tenía muchos traumas.

Y también por eso no me creo que este muerto, sería muy fácil para Muzi morirse y ya.

— Bien, eso es todo — dije quitándole la taza a Flex para abrigarlo y besar su frente.

— Tengo calor ¿No podemos abrir una ventana?— preguntó Flex bostezando.

Me acerqué a la ventana quitando los tornillos para abrirla pero los gritos entraron enseguida.

—¡Traidor!¡Vendido!¡Eres una desonra para ser hijo de Timba!— gritaron los prisioneros desde los calabozos junto a la cabaña.

Todo ariox despreciaba a Flex y a mí pero sobretodo a Flex alegando que Flex vivía conmigo en mi cabaña y tenía comodidad aunque yo había traicionado ariox.

Pero realmente no era tan bonito como lo pintaban, Flex tenía arresto domiciliario y no podía poner un pie fuera de la cabaña o lo llevarían a lo calabozos con los demás.

— Silvio…¿Prometes que no van a hacerles nada malo a los prisioneros?— preguntó Flex y cerré la ventana y coloque el tornillo, arrojaron algo que puedo imaginar era excremento así que cerré la cortina para no exponer a Flex a eso.

— No vamos a torturarlos — le mentí y Flex sonrió.

Era una mentira blanca pero sé que mi voz no vale en esas decisiones y prefiero no hacer nada mientras veo como intentan sacarle información a inocentes que ser un arma de torturas.

No quiero matar a más nadie, no puedo Muzi era todo y acabé con él de manera cruel.

Sé que no está muerto, Muzi no puede estar muerto, sería muy fácil matarlo así.

— Tengo calor enserio — chillo Flex.

Tomé el control del aire acondicionado para encenderlo y abanicar con una de mis camisas a Flex que se subió para acostar su cabeza en mis piernas.

Así se quedó dormido y luego lo acomode para bajar y salir yo para ir a trabajar.

(***)

Estaba terminando de curar a los pacientes de la clínica con una sonrisa mientras ellos me agradecían.

— muchísimas gracias, Silvio — dijo la señora a la que terminé de vendar el brazo —pero deberías de guardar insumos para gente más joven¿En qué puedo ayudar yo a la sociedad?— preguntó ella dulcemente.

Sonreí y corte la venda para sostener su brazo a su cuello con cuidado.

— Permon está en coma así que no tengo jefe y en mi programación está ayudar a todos los heridos y usted es de mucha utilidad, de todas formas…¿Quién va a cuidarla si no estoy yo?— pregunté y ella sonrió.

— Muchas gracias, dulzura — ella sonrió y se levantó para salir.

Mire la silla vacía y tome de la mesa mí lista de pacientes para ver ahora tocaba la zona de pediatría un solo niño ya que los demás estaban ya en revisión.

Me levanté y tome mis insumos de emergencia para bajar al área de pediatría y abrir la puerta que tenía dibujos de animales entrando a esa bonita sala que se dividía en dos.

Primera sección que eran niños hasta los doce y la segunda sección que eran bebés hasta los dos años.

Ví a la mayoría de niños ya dormidos mientras las enfermeras les revisaban y me acerqué a la puerta de los bebés.

Virus Ariox [ Silvexkato ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora