Capítulo II: La chica del cabello morado.

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Narrador de Solar.

—Yongsun, es hora de ir a la universidad —mi mamá tocó a la puerta de mi habitación—. Sun... —entró—, se te hace tarde.

—Ya voy... —respondí.

—Te quedaste dormida -dijo antes de salir de mi habitación.

Fruncí el ceño y tomé mi teléfono para ver la hora: 5:40.
Se suponía que la alarma estaba programada para las 5:30.

"Sólo son diez minutos".

Bostecé y me levanté de la cama para sentarme en una orilla.
Extrañamente me sentía muy bien, tal vez me había relajado mucho anoche y eso habría aumentado mi calidad de sueño.

Me levanté para ir a mi armario y tomar un cambio de ropa para meterme al baño.


—Buenos días —saludé llegando a la cocina.

—Buenos días, cariño —me respondió mi papá, dándome un beso en la frente.

—¿Wheein ya está despierta? —preguntó mi mamá mientras que servía el desayuno para Wheein y para mí.

—Sí, no tarda en bajar —respondí.

—¡Wheein! ¡Ven a darle un beso a papá antes de irse! —gritó papá, vaya.

¡Ya voy! —contestó Wheein bajando las escaleras.

Wheein entró a la cocina y se acercó a papá para darle un beso en la mejilla.

—Ten un buen día —le dijo.

—Nos vemos —se despidió y mamá fue a acompañarlo hasta la entrada.

Según a lo que nos habían contado en la cena de ayer, mamá iba a salir a una sesión de fotos hoy y llegaría tarde; papá llegaría hasta la noche, como de costumbre.


—¿Qué hora es, Solar? —preguntó Wheein, terminando su jugo de naranja.

—Casi seis cuarenta —respondí y fui a lavar mi plato—. Apúrate puppy.

—Ya voy...

Ambas terminamos de desayunar y fuimos lavarnos los dientes y a tomar nuestras mochilas.

—¡Adiós mamá! —gritamos.

—¡Que les vaya bien! —gritó mamá desde la cocina y ambas nos fuimos hasta el garaje para subirnos a mi auto.


Narrador de Moon Byul.

Estaba con Jackson, Seulgi, Minhyuk e Irene platicando en una de las mesas que están cerca de la entrada.

—Oh no lo creo señor Lee, el siguiente semáforo también está en rojo —habló Seulgi y todos nos echamos a reír cuando el profesor Lee condujo hasta el siguiente semáforo y golpeó el volante al darse cuenta de que también estaba en rojo.

—Creo que el señor Lee llegará tarde otra vez... —cantó Jackson y todos volvimos a reír.

Algunos que también estaban atrapados en el tráfico que había hecho Seulgi golpeaban frenéticamente el claxon de su auto y se asomaban por las ventanas para gritarle al auto de adelante. Esto sólo nos hizo reír con más fuerza.

Un mensaje de alerta apareció en la pantalla, al parecer la policía ya estaba intentando retomar el control de los semáforos.

—Fin del juego —dijo Seulgi y salió de las cámaras para desconectarse del servidor de los semáforos.

La mesa se quedó en silencio, ahora debíamos de actuar como que si nada pasó.

Una SUV blanca estacionada afuera del departamento de bellas artes llamó mi atención; del vehículo bajaba la misma chica de cabello azul de ayer.

Código de acceso a tu corazón | MoonSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora