Capítulo IX: ¿Cita?

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Narrador de Solar.

—Buenos días —saludé a mis padres cuando entré a la cocina.

—Buenos días, cariño —respondieron.

Fui a agarrar un plato para servirme mi desayuno mientras tarareaba una canción. Me di la vuelta y vi que mis padres me miraban con una sonrisa.

—Estás muy feliz hoy, linda —me dijo mi papá.

—¿Eric va a venir por ti hoy? —me preguntó mi mamá.

—Ah... no. Sólo hoy descansé muy bien —respondí con una sonrisa.

—Y eso es raro de lograr cuando estás en la universidad, ¿verdad? —me respondió mi papá con una sonrisa.

—Sí —asentí.

—Y espera cuando comiences a trabajar, pero bueno cuando te gusta lo que haces, desvelarte no es nada.

Mi mamá rio por lo bajo.

—Todas las mañanas se queja porque tiene que ir a trabajar —mamá me dio un guiño y dejó frente a mi papá su plato con el desayuno.

Me reí y le di un trago a mi té verde.

—Buenos días —saludó Wheein.

...

—Rápido Wheein —le dije.

—Ash... ¿por qué tanta prisa? —renegó.

—Vamos a llegar tarde.

—Pero si falta media hora.

—Pero son quince minutos o veinte hasta la universidad.

—Nos hemos ido más tarde —se quejó dando saltitos.

—Niñas... —nos llamó mamá.

—Okay... —dijimos al unísono Wheein y yo.

—Nos vemos —dije colgándome mi mochila.

—¡Adiós! —gritó Wheein haciendo lo mismo.

—¡Qué tengan un buen día! —gritó mamá desde la cocina.

Wheein y yo nos subimos a mi auto.
Mientras me abrochaba el cinturón de seguridad, sentí a Wheein mirándome.

—¿Qué? —pregunté.

—Amaneciste muy de buenas hoy, Sun —me dijo Wheein con el ceño fruncido.

—Es que hoy voy a salir con Moon Byul —dije.

No encontré otra alternativa, además, podía ser como dijo Hani, solamente salir como amigas, no hay nada de malo.

—¡¿Qué?! —respondió Wheein.

—En el camino te cuento —encendí el auto para salir de garaje.

Le conté a Wheein todo lo que había pasado ayer y lo que había hablado con las chicas.

Wheein miraba por la ventana.

—No creo que hayas hecho lo correcto, Sun —dijo.

Terminé de estacionarme frente a la entrada de su edificio.

—¿Por qué? —pregunté.

Wheein suspiró.

—Primero dijiste que querías tiempo para pensar las cosas; ya han pasado dos semanas desde lo de la fiesta y no has pensado en eso, ¿o me equivoco? —me miró expectante.

—Necesito tiempo para despejarme y pensar bien en lo que voy a hacer —respondí, Wheein negó—. Además, no va a suceder nada más con ella, sólo vamos a salir como amigas.

Código de acceso a tu corazón | MoonSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora