Código de acceso a tu corazón | MoonSun

Capítulo VIII: Sentimientos: encontrados.

Martes.
Narrador de Moon Byul.

Estábamos hablando sentados en la mesa de siempre en la entrada del departamento.

—¿Qué hora es? —preguntó Minhyuk.

—Demonios, ya van a ser las siete —contestó Seulgi—. ¿Quieres que te acompañe a tu departamento? —le preguntó a Irene.

—¿Quieres otro castigo del profesor Lee por llegar tarde? —respondió Irene.

—Por ti pagaría lo que sea —contestó Seulgi con una sonrisa boba.

—Oh, muestras de afecto aquí no —dije.

—Envidiosa —respondió Seulgi.

Ambas nos echamos a reír.
Mi sonrisa disminuyó un poco cuando volteé a ver a Irene. Por alguna razón, ella estaba un poco rara hoy; Irene suele ser muy reservada con cualquier persona y muy poco expresiva, con la única que es completamente abierta es con Seulgi, pero hoy está más cohibida de lo normal.

—Bueno, yo ya me voy, no sé si la maestra Mónica ya pasó —Minhyuk se puso de pie—. Nos vemos.

—Bye —le respondimos.

—Malditos —rio Minhyuk.

—Bueno, nos vemos en el desayuno —Seulgi abrazó a Irene.

Me paré y fui hasta un lado de Jackson para irnos.

—Esperen, ¿pueden adelantarse? Tengo que hablar con Moon Byul —dijo Irene.

A decir verdad, los tres estábamos sorprendidos.

Algo no andaba bien, cuando Irene quiere hablar a solas con una persona es sobre algo realmente serio.

Seulgi me dio esa mirada que significaba: hablamos luego. Y se fue junto a Jackson.

—¿Qué sucede? —le pregunté.

—Seré directa, Moon Byul. La semana pasada te vi hablar con Yongsun —"Mierda". Toda la sangre de mi cuerpo se sentó en mis pies—, también supe que le disté tu número de teléfono. ¿Cuál número fue?

—No fue el que utilizo para el trabajo —respondí con seguridad—. Nunca cargo con ese teléfono —ya sabía a lo que iba esta conversación, así que me adelanté—. No estoy planeando nada con Yongsun.

—¿Ah no? —Irene alzó una ceja.

—No, sé lo peligroso que sería relacionarme con ella.

Irene sacó de su mochila otro teléfono viejo que claramente no era el suyo de uso personal.

—Estas conversaciones no dicen eso —Irene me mostró el teléfono.

Estaba el chat mío y de Solar, visto desde el número de Solar.

—¿Te robaste el número de Yongsun y nos espiaste? —dije con asombro.

—Es mi trabajo, Moon —Irene se encogió de hombros. Yo estaba molesta, muy molesta—. Moon Byul, de verdad te recomiendo escuchar a Seulgi

—¿Le has dicho? —la miré con enojo.

—No, no le voy a decir, pero tú deberías de escuchar a tus compañeros, no por nada son un equipo.

—Ya te lo dije, no planeo salir con Yongsun, no siento nada por ella —respondí. Irene me miró con una ceja alzada.

—Escucha, Moon Byul; no sólo me preocupa Seulgi, también Minhyuk y tú. Juraste protegerlos y meterte a la boca del lobo no es una gran idea para mantenerlos a salvo.