Uno

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1. Tailandia.

-Amor ten cuidado, te puedes caer, ¿ya tienes tu maleta lista?-Pregunto Jennie tomando a su pequeño de cinco años en brazos, Jennie admiraba lo hermoso que era, sin duda su hijo parecía solo de Lisa, de no haber estado en la noche de bodas, creería que era hijo únicamente de su esposa, sus cabellos era castaños casi claros, mas claros que los de Lisa, el cabello ondulado y si lo dejaba crecer, se formaban unos hermosos rulos, a diferencia de ellas, que ambas eran lacias, sus ojos, eran poco mas claros que los de ella, un cafe avellana, de los de Lisa que eran casi gris, y los propios qué eran cafe como el chocolate sin llegar a negros, suponía que por eso eran de ese color, su piel al igual que la de ambas era blanca pero más pálida y los labios carnosos de su madre, en definitiva el pequeño, era idéntico a su mujer.

-Mamá, ¿porque no, iras tu?-Pregunto Rosen con algo de decepción.

-Me gustaría ir amor, pero, tengo mucho trabajo, pero te divertirás con tu mami y tus abuelos.-Prometio Jennie besando las abultadas mejillas del pequeño.

-Ya estamos listos para irnos.-Aviso Lisa, su rostro mostraba una felicidad que pocas veces podría ver en sus ojos, Jennie veía ese brillo en los ojos de Lisa cada vez que veía a su pequeño.

-En ese caso.-Jennie beso nuevamente las mejillas abultadas de Rosen.
-¿De quien has heredado esas mejillas tan abultadas? ¿O tienes comida oculta?-Jennie comenzó a hacerle cosquillas a su pequeño que negaba, cada vez que bromeaba con su pequeño, Lisa parecía ponerse pensativa, y tensa.

-Iré por su maleta y podremos irnos.-Lisa sonrió y fue a la habitación de su pequeño, Jennie bajo con su pequeño y lo acomodaba en su asiento, y ayudo a la castaña a subir las maletas.

-Amor, irán una semana, ¿o acaso intentas huir de mi?-Lisa soltó una risa y negó.

-A veces me dan ganas, pero no, además, una semana en Tailandia, sabes como es el clima, me cambiare de ropa cada tres horas por el calor.-Lisa beso cálidamente la mejilla de Jennie antes de subir al auto, la pelinegra siempre sentía que su esposa la veía como a una mejor amiga, compañera de habitación, pero no como una amante, con deseo, ni con amor, así que su broma, la hizo sentir como si en realidad ya lo habría pensado antes, Jennie condujo hacía el aeropuerto, Lisa parecía especialmente feliz, mas feliz que lo que Jennie la había visto en los últimos cinco años, desde el día que se casaron, después recordó el día que nació Rosen, era verdad ese día Lisa fue la mujer mas feliz, cuando se entero que estaba embarazada, parecía contrariada, se veía con sentimientos encontrados y no sabía si eran positivos o negativos.

-¿Listos para ver a su familia?-Pregunto Jennie viendo a Lisa y al pequeño, ambos parecían pequeños niños emocionados.

-¡Vamos amor!-Lisa tomo a su pequeño en brazos para bajarlo del auto, Jennie se acercó para pegarlo a su cuerpo abrazo al pequeño que correspondió el abrazo, Lisa sonrió y se despidió de Jennie besando su mejilla.

-No te despedirás de mi así, ¿Verdad?-Jennie tomo a Lisa de la cintura y la pego a ella, Lisa dibujo media sonrisa y beso los labios de su esposa, aunque algo decepcionada, ¿porque después de cinco años, un hijo su esposa parecía no sentir pasión?
-Me llaman cuando lleguen.-Pidio Jennie y Lisa asintió.

-Nos vemos en una semana, cuídate.-Se despidió Lisa tomando a su pequeño de la mano y caminando a la sala para abordar.
Jennie conducia de vuelta a casa, quería hacer algo lindo por su esposa, Lisa hablaba siempre de colocar una casa del árbol para Rosen, y colocar luces, para hacer fogatas, pero Jennie siempre estaba cansada para eso, ahora era el momento, debería aprovechar para cumplir el deseo de su esposa.

Diario (Chaelisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora