Trece

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        13. Propuesta

Rosé trabajaba en el hotel cuando Lisa entro a su oficina, y como ya se había vuelto costumbre, entro sin avisar, la rubia era a la única persona a la que aceptaba ese tipo de intromisiones; Hyeri sonreía cada vez que veía a Lisa, su jefa le había confesado en una de esas veces en las que salieron y platicaban de temas mundanos sobre la única mujer de la que se enamoro, en cuanto la vio, la reconoció, Rosé la había descrito a la perfección, incluso el lunar oscuro que le daba un toque elegante a su cuello, y Hyeri estaba completamente de acuerdo con su jefa.

-Hola Lily.-Saludo Rosé sin levantar la vista.

-¿Como sabes que soy yo?-Pregunto Lisa con un tono sorprendido.

-Por tus pasos, tu aroma.-La castaña parecía sorprendida.
-Y porque eres la única que no llama a la puerta antes de entrar.
Lisa soltó una pequeña risita, tenía sentido, siempre que estaba en la oficina con Rosé, primero recibía una llamada antes de que Hyeri se atreviera a llamar a la puerta para entrar.
-¿Y a que se debe el honor de tu visita?-Pregunto la rubia jugando con la pluma.

-¡Oh! Bueno.-Rosé enarco una ceja al ver a la castaña nerviosa.

-Bueno, Jennie, he hablado con ella; y ella quiere iniciar una compañía, de hecho planea entrar al mundo hotelero.-la rubia frunció el ceño.

-Ajam.-La voz de Rosé era claro que se dividía entre curiosidad y desinterés.

-Bueno, pues, ya que Rosen es nuestro hijo, sería bueno que, hablaras con ella, quizás le permitas invertir.

-Lisa, se que Jennie ha sido una gran persona, se que es una admirable mujer que ha cuidado a mi hijo como propio, aun sabiendo que no llevaba su sangre, pero no puedo aceptar el dinero que nos separo.-Lisa entendió la indignación de Rosé en cuanto al tema relacionado con el dinero.

-Jennie, tiene trabajo, que obtiene de la compañía pero, no es de su herencia.

-Para el caso es lo mismo.-Rosé hablo en un resoplido indignado.

-Ella no quiere seguir en la compañía a la que la obligaron a trabajar, Rosé, ella me dio la libertad de un matrimonio con el que cualquiera en mi posición habría matado, es la madre de nuestro hijo.

-Cariño, ella no estaba ahí cuando hicimos a mi hijo.

-Park, no seas una idiota, solo escúchala.

-Lo se, lo se, solo, que no muero por, no se Lisa, se que ella te cuido, te respeto, y cuido a nuestro hijo, pero.-Lisa se acercó al escritorio y tomo el rostro de Rosé entre sus manos.

-Albert Pike dijo: "Lo que hacemos por nosotros muere con nosotros, lo que hacemos por los demás y por el mundo es inmortal."-Rosé sonrió y se contuvo de besar los labios de la castaña.

-Tu ganas, dame su numero, hablare de negocios con tu ex esposa y una de las otras madres de mi hijo.-El tono de Rosé sonaba con gracia.

-Gracias Rosie.-Lisa beso la mejilla de la rubia.
-Me tengo que ir, nuestro hijo esta por salir de clases.

-Hablando de mi hijo, ¿podrían compartirme el calendario? Para saber qué día podré estar con el.-Lisa resopló por el comentario de Rosé.

-Si, tiene disponible en dos viernes y te puedo dar mi fin de semana, de hecho es este fin de semana.-La rubia sonrió.

-¿Y si, compartimos el fin de semana?-Lisa pareció pensarlo, pero asintió de inmediato.
-Bien, me encantaría salir de campamento, siempre, hablamos de eso, y tengo una linda cabaña en Finlandia, podríamos ir.

-Suena muy bien, me voy y por favor, no olvides hablar con Jenn.-la mas alta puso los ojos en blanco.

-Si, si esta bien.-Rosé vio mas caderas de la castaña desaparecer tras la puerta, y vio el numero de Jennie, exhalo y comenzó a marcar.

-Kim.-Se escucho una voz agitada, la rubia rasco su cabeza, ¿como se debía presentar?

-Habla Roseanne Park.-Rosé se sintió orgullosa de su voz firme y segura.

-¡Oh! Hola, dime, ¿en que te puedo servir?-La voz de la pelinegra sonaba amable, casi atenta haciendo sentir a la rubia culpable

-Bueno, me interesa, hablar de negocios contigo, escuche que estabas interesada en cambiar de giro, y casualmente quiero iniciar una nueva compañía, de publicidad, principalmente, por mi cadena de resorts y hotelera, ¿te interesa que te hable del plan de negocios, si quieres, invertir.-Finalmente explicó Roseanne.

-Si, si, me encantaría, tengo disponible el día, de hoy, a las seis.-la rubia casi maldijo, tenía la tarde disponible.

-Si, suena muy bien, ¿te veo en el restaurante de mi resort?

-Muy bien, te veo ahí.

Diario (Chaelisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora