Diez

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10. Pasado

-Ven a mi oficina.-Roseanne parecia emocionada por ver a Lisa, pero se detuvo al pensar que podria no venir a buscarla, quizas estaba con su esposa y se detuvo de inmediato.
-A no ser, que te estes hospedando.-El tono que uso la rubia parecia mas incomodo de lo que queria y la castaña nego de inmediato.

-No, vengo sola, de hecho, no me hospedo, Roseanne, tenemos que hablar.-La rubia fruncio el ceño y parecia nerviosa, asintió e intentó dibujar una sonrisa.

-Ven, vamos a mi oficina.-Lisa y Rosé caminaron en silencio mientras los empleados del lujoso resort saludaban a la dueña hasta que llegaron a la oficina, Rosé dio instrucciones de no ser molestada y una mirada seria a su secretaria le indico que ni siquiera el mismo presidente podría interrumpirla.
-¿Te ofrezco algo de beber?-Pregunto Rosé sirviéndose un whisky.

-No, Rosé, gracias.-Lisa se sentó frente al escritorio de la rubia mientras masajeaba su frente, se arrepentía de haber ido, pero que su hijo quisiera conocer a su madre fue el empuje que necesitaba para finalmente ir a buscarla.

-¿Entonces? Creí que nunca volvería a verte, he sabido que tuviste un pequeño con, Jennie.-Rosé se sentó y bebió un trago, decir esas palabras a Lisa, fueron mas dolorosas que cuando se entero que Lisa había sido madre con su esposa.

-Si, tengo un hijo, Rosen.-Rosé intento sin éxito desdibujar la sonrisa en su rostro, pero el nombre del pequeño, Lisa de alguna manera, había pensado en ella.
-De hecho, el es el motivo por el que quería hablar contigo.-Rosé ladeo un poco su cabeza mientras fruncía el ceño, no entendía las palabras de Lisa.

-Dime.-Fue la palabra qué Rosé logro decir, pero el hecho que Lisa la buscara y que el motivo sea el pequeño, su corazón latió fuerte, sin querer tener esperanzas.

-Rosé; hace seis meses salí de vacaciones, con mi hijo, Jennie intentando, hacer algo lindo, encontró en el jardín el diario de mi época de universidad, y, ella tuvo el valor de hacer algo que yo no me atreví, Rosé, lo que intento decir es que, tuvimos un hijo, Rosen es tu hijo biológico.-Finalmente se atrevió a decir, Rosé dio un gran trago a su bebida, y no sabía que decir.

-¿un hijo? ¿Mio?-Rosé hablaba mientras Lisa asentía, aunque la rubia hablaba para ella.

-¿Hace cuanto? ¿Hace cuanto dices que sabes?-Pregunto Rosé poniendo nerviosa a Lisa.

-Hace seis meses, siempre sospeche, es decir, sus mejillas, el color de sus ojos, su cabello mas claro que el de Jennie y el mío, su carácter, es muy listo y testarudo a la vez.-Rosé no pudo evitar sonreír, ¿su hijo igual a ella?

-¿Por que no me dijiste cuando te enteraste?-Un tono indignado salió de la boca de Rosé.

-Porque estaba asustada, ese día, Jennie habló conmigo, me entrego las pruebas de ADN, el divorcio y tu información, yo, lo primero que pensé fue en Rosen, si querías conocerlo, pero el a ti no; no quería que te rechazara, Rosen esta en terapia, es un pequeño de cinco años, no podíamos llegar a decirle, nos hemos divorciado, tú mamá Jennie no es tu madre y tu mamá biológica es Rosé.-La rubia parecía entender, hasta que se dio cuenta.

-¿Entonces mi hijo quiere conocerme?-Pregunto con un toque de ilusión, y Lisa asintió.

-Como te he dicho, Rosen esta en terapia, entiende que nos hemos divorciado y quiere conocerte.

-¿Cuando puedo conocerlo? ¿Esta aquí?-El tono casi desesperado de la rubia causo una gran ternura en Lisa pero negó.

-Esta en la casa de sus mamás, no quise arriesgarme y traerlo conmigo, primero quería saber si querías conocerlo.-Rosé abrió la boca con indignación.

-¿Como no habría de querer conocer a mi hijo?-Rosé parpadeo un momento y abrió la boca con sorpresa.
-¿Has dicho sus mamis?-El tono era casi de incredulidad.

-Si.-Lisa soltó una pequeña risita.
-Veras, Jennie y yo nos divorciamos apenas volví con Rosen de Tailandia, ella se mudo y hace tres meses comenzó a salir formalmente con mi mejor amiga Jisoo, mi pequeño, el esta en terapia desde nuestra separación y cada paso que hemos dado ha sido bajo los consejos de la terapeuta, Jennie habló acerca de iniciar su relación, y mi pequeño la acepto bastante bien, el llama a Jisoo mami también, el sabe de ti, y hoy me pidió conocerte, pero, esto, no sabía como lo tomarías.-Dijo Lisa algo nerviosa intentando mirar a Rosé a los ojos.

-Espera, espera, ¿Me estas diciendo que, Jennie se entero de nosotras por un diario, mientras intentaba hacer algo lindo por ti, descubrió la posibilidad de o ser la madre biológica de Rosen, hizo la prueba, y salió negativa, te dio el divorcio, y ¿quedaron como mejores amigas donde comparten, la maternidad?-Rosé parecía estar en estado de shock.

-Bueno, si lo cuentas así, parece que una escritora estaba medio drogada escribiendo mi vida, pero, si vives en la actualidad, el divorcio no significa odiar a tu pareja, en este caso, fue el mayor acto de amor que Jennie pudo demostrarme.-Rosé parecía pensativa y asintió.

-El mio, también lo fue Lisa, te amaba, y acepte dejarte ir, porque yo no podía ofrecerte mas.

-Si lo se, y sabes que a mi no me importa el dinero, era la angustia de mis padres lo que me hizo, aceptar mi destino.-La voz de Lisa sonaba casi débil.

-Lo se Lisa, perdona por no buscarte, tenía la esperanza de que serias feliz, y no rompería mi promesa de no buscarte.-Hubo un silencio, ambas se veían a los ojos, pero no era incómodo.
-¿Cuando, podría conocer a mi hijo?-Pregunto por fin con un tono de ilusión.

-Si tienes espacio el día Sábado, para hablar con Rosen y darle tiempo de, procesar.-Ofreció Lisa.

-Si, por supuesto.-Rosé tendría montón de juntas que cancelar, pero valdría la pena, por conocer a su hijo.

-Este es mi numero, llámame para darme los horarios en lo que nos podemos ver y en que lugar, necesito, ir por mi hijo, Jisoo y Jennie tienen un evento.

-Nuestro, nuestro hijo.-Corrigió Rosé con el corazón inflamado de emoción.

Diario (Chaelisa GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora