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ADELAIDE
horas antes de la cena

Estaba en mi habitación esperando a Adrian, Pansy se acababa de ir a la habitación de Blaise para dejarnos más privacidad. Cuando Adrian entró me plantó un beso en la frente, yo sonreí a medias.

Yo estaba sentada en mi cama con las piernas cruzadas y él se sentó a mi lado, con una mano en mi muslo y la otra sobre la mía. Ambos nos mirábamos tristes al otro, sabiendo la conversación que se venía.

—He estado pensando en que... estos dos meses han sido geniales, pero últimamente hay algo diferente —empecé el tema con algo de miedo, él suspiró y apretó mi mano.

—Yo también lo he estado notando, creo que nos hemos precipitado mucho al principio y a lo mejor esto solo ha sido un...

—¿Amor fugaz y precipitado a primera vista? —inquirí, él se calló y después de un rato ambos nos reímos, asintiendo.

—Sí, exactamente, belle —se siguió riendo.

—Siento mucho haber malgastado dos meses —me lamenté, me bañé en las falsas ilusiones de que lo nuestro podía funcionar pero acabó siendo un no y lo había involucrado a él también.

Adrian alejó la mano que estaba en mi muslo y la puso en mi mejilla, sus dedos acariciando mi pómulo.

—Hey, podremos no ser el amor de nuestras vidas, pero eso no quita el hecho de que han sido dos meses fantásticos para mí, y creo que para ti también. No los hemos malgastado, pero si lo hubiéramos hecho, me alegro de que haya sido contigo, eres una chica estupenda —sonreí con agradecimiento —. Además, si alguien se tuviera que sentir culpable tendría que ser yo —añadió con arrepentimiento.

—¿Por? —me reí por lo mono que se veía.

—Tendría que al menos haberte pedido oficialmente que fueras mi pareja.

—Vamos, no es para tanta, te lo podría haber pedido yo también.

—Pero me habría gustado, no sé —se excusó.

—¿Y qué hacemos ahora? ¿Un beso de despedida? —propuse, él asintió y nos unimos por última vez.

Nos reímos bastante después del beso.

—¿Algún pecado que confesar? —preguntó Adrian.

—Bueno, digamos que me lié con alguien en la fiesta de los Gryffindor —él sonrió, asintiendo.

—Yo con una chica de Hufflepuff —confesó negando, yo me sorprendí y luego le di unas palmaditas en la espalda.

Suspiré, aliviada de que me había quitado una carga de encima.

—Bueno, nos vemos en la cena —nos dimos un abrazo cariñoso y se fue de mi habitación.

A lo mejor en un universo paralelo salió como queríamos.

𝐒𝐨 𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐒𝐜𝐡𝐨𝐨𝐥| ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora