q u i n c e

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ADELAIDE

Tenía una tradición con Tom, era extraño, pero solíamos hacerlo cuando Theodore venía a nuestra casa y Matteo y Draco nos dejaban para ir a jugar con él.

Consistía en un día de lectura, nos leíamos el mismo libro en el salón delante de la chimenea en invierno y otoño y en el jardín en primavera y verano. Siempre traíamos comida y bebidas y juegos de mesa por si no queríamos leer más, hablábamos (más bien yo hablaba y él escuchaba) y criticábamos el libro y nos pelábamos por quién había gritado 'uno' antes, nunca faltaba la clásica amenaza de que iba a matar a Bianca y que los tres mocosos se metieran de por medio.

Esa mañana estaba yo sentada en un lado del sofá con la segunda parte del libro que me recomendó, con una copa de vino tinto en mi otra mano mientras pasaba las páginas. Bianca estaba tumbada donde Tom, quien leía en el otro lado concentrado, casi sin notar la presencia de mi gata, bebía de vez en cuando de la copa. Las cartas de UNO estaban en la mesa desordenadas debido a una partida incompleta porque Tom no admitía que tenía que coger dos cartas más, el tablero de ajedrez ya guardado después de cuatro partidas, la primera y tercera parte de la trilogía y un plato de pizza y un bol de frutas.

Pansy de repente apareció dando saltitos y se tiró al lado mío, Bianca se sobresaltó asustada y corrió lejos.

—Blaise me ha pedido ser su novia —chilló emocionada.

No pasaron ni diez segundos cuando Adhara apareció llorando y se sentó en medio de Tom y yo, ambos dejamos nuestras copas a un lado y miramos con cierta preocupación a las dos chicas. Pansy se le borró la sonrisa al ver a Addy llorar.

—Tu hermano es un idiota, Tom.

—No es ningún secreto —se rió el pelinegro.

Pansy y yo le ofrecimos pizza de la mesa y Tom se ocupaba de maldecir a su hermano mellizo con Addy. Aunque cueste de creer Tom tiene un poco de empatía. Al parecer Matteo le había pedido que fuera su novia la semana anterior, justo el día en que Matteo nos descubrió a Theodore ya mí, pero a la semana siguiente rompieron.

No duraron ni un mes, pero viniendo de Matteo no me sorprendía.

—Addy, no llores por el idiota de Matteo, es un retrasado —sobé la espalda de Adhara.

—Hay más peces en el mar, encontrarás a un pez grande pronto y olvidarás el trozo de basura ese de Matteo —Pansy le dio unos pañuelos para que se limpiara las lágrimas.

—Es fácil cuando tienes a Blaise, Pans —sollozó la Queen (sí, se apellidaba Queen).

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𝐒𝐨 𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐒𝐜𝐡𝐨𝐨𝐥| ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora