El amor tiene la capacidad de surgir en los momentos y en los lugares menos esperados, a veces ni siquiera lo estábamos buscando cuando él simplemente llega y causa revuelos.
Eso es algo que Richard y Laura sabían a la perfección.
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Sábado 21 de agosto de 2021 - Medellín, Colombia
Cuando terminé mis prácticas en el hospital fui con Ana, una amiga a tomar algo cerca de su casa, dos horas después mi hermano me llamó diciéndome que mi hermana se había escapado y no sabían en dónde estaba. Eran casi las dos de la mañana y no había señales de mi hermana, casi a las nueve había salido con Daniel en mi carro para buscarla, fuimos a barrios cercanos, pero no la veíamos, dimos vueltas casi hasta las 11:30pm. Mi papá no hace mucho había llegado, al igual que mi tío. Richard me llamó en la noche y le conté lo que pasó, me mantenía preguntando a cada rato que tanto había pasado. Estaba recostada en un sillón de la sala cerca del patio, mi teléfono sonó, Richard me estaba llamando. No muy animada contesté.
—¿Nada? —preguntó él apenas contesté.
—Nada —afirmé sintiendo un nudo en la garganta. Me levanté y subí las escaleras para hablar con él sin que me escucharan —siento que es culpa mía —confesé con las lágrimas empezando a deslizarse por mis mejillas —cuando ella recién hizo esto no le dije a mi papá porque me suplicó que no lo hiciera, le alcahuetee en un inicio y ahí siguió.
Hubo un momento de silenció del otro lado de la línea, hasta que Richard habló, su voz suave y reconfortante.
—No muñequita, no es su culpa, confiaste en lo que te dijo y no podés controlar las decisiones de Leia. Ahora, lo importante es que aparezca. Le comenté a algunos amigos y les mandé una foto de ella por si la ven.
Un sollozo escapó de mis labios, pero sus palabras me daban consuelo.
—Gracias por estar aquí.
—Siempre Lau, siempre, Leia va a aparecer, desde la distancia aquí estoy pendiente.
—Gracias Rich, vamos a seguir buscando.
—Dale, me mantienes informado por favor.
Juvena, Carla y Ana estaban enteradas de lo que había pasado con mi hermana. Me entró un mensaje por instagram, era de una tal Majo López, hice memoria, era una amiga de mi hermana, pero se habían peleado a inicios de año.
—Me están escribiendo por instagram —le comenté a Richard.
—¿Y qué te dice?
—Ya miro —entré a la aplicación y ahí estaba el chat de Majo.
