El amor tiene la capacidad de surgir en los momentos y en los lugares menos esperados, a veces ni siquiera lo estábamos buscando cuando él simplemente llega y causa revuelos.
Eso es algo que Richard y Laura sabían a la perfección.
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Domingo 19 de septiembre de 2021 - Guadalajara, México
Richard había sido dado de alta en horas de la tarde por lo que regresamos junto con él al apartamento, el moreno necesitaba muletas para poder desplazarse de un lado a otro, se mantenía en silencio cauteloso de cada movimiento pero la frustración en su rostro hablaba sola, detestaba tener que ser tan dependiente de algo. Por supuesto a eso se sumaba el hecho de que estaba preocupado por su recuperación, las palabras del cirujano fueron como una bomba, "la recuperación es bastante larga, hablamos de más de cuatro meses", aunque Richard se mostró sereno el pánico se dibujó en su rostro. Sus compañeros del equipo no tardaron en enviar mensajes, dedicatorias, dando su apoyo al paisa. El moreno se encontraba en su habitación descansando y yo ayudaba a doña Sandra a preparar algo para cenar, la mujer tenía una sazón exquisita. Estaba cortando unas verduras, concentrada en mi tarea, terminé y los puse en el agua que estaba hirviendo para preparar una sopa, miraba continuamente en dirección a la puerta de la habitación de Richard, él insistía en querer valerse por los mismo en casi todo lo que podía, lo que no era del todo prudente dadas las recomendaciones.
El dolor en la pierna era complicado, desde su salida del hospital el dolor iba incrementando, y su molestia también. Veía que tenía ganas de rascar la herida pero hacerlo terminaría por complicar más las cosas donde contrajera una infección. Me debatía entre la necesidad de ir y ver si necesitaba algo o darle su espacio y permitir que pidiera ayuda por sí mismo.
Finalmente me convencí de ir a verlo, doña Sandra quedó a cargo de la vigilancia de la sopa moviéndose de un lado a otro ágilmente por toda la cocina, era como ver a un artista pintando un cuadro. Toqué la puerta y ahí estaba el moreno recostado en la cama, con la pierna herida levantada por una almohada y hojeando un libro con desinterés. Estaba de mal humor.
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