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Ven,

acércate,

nos dijimos todo

cuando nos miramos.

—Bala Perdida, Valeriana.

Sábado 25 de junio de 2022 - Medellín, Colombia

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Sábado 25 de junio de 2022 - Medellín, Colombia

Tomé una diadema diadema verde esmeralda que iba a juego con el vestido del mismo tono que había elegido, Juve estaba recostada en mi cama junto a la prenda.

—¿Y ese milagro que no va con vestido rojo? —preguntó la pelinegra.

—Es bueno cambiar de color de vez en cuando —respondí con una sonrisa, hoy se cumplía un año desde que nos habíamos encontrado en Cartagena, un año desde que comenzamos a salir y él dijo que lo quería celebrar como un aniversario.

—Mi pri anda muy inspirado, me lo tiene pero loquito, me da es ternura verlo más tragado que tanga de loca.

Andaba con una bata de baño puesta organizando lo que me iba a poner —Pero su primo no es el único tragado, ese hombre me tiene mejor dicho —ya con la ropa elegida con ayuda de Juve iba a vestirme.

—¡Venga! —gritó Juvena levantandose de la cama de un salto, como si acabara de recordar algo —le compré una cosa.

La paisa sacó con cuidado un paquete de su bolso.

—Ayer que me dijiste que Rich quería una especie de aniversario pues como soy la mejor prima y amiga del mundo, entonces aproveché que andaba comprando ropa y le traje alguito —explicó extendiendo la bolsa hacía mi.

—¡Juvena! —grité mirándola como si acabara de matar a alguien.

—¡Ay pero vea que es bonito! —dijo tomando la prenda en sus manos y enseñandola —y con ese color de piel tan bonito que tienes se va a ver mejor —me regresó la prenda mirándome con ilusión.

Sostuve la lencería de color negro examinandola, era bonita, y tenía detalles con encaje y ciertas transparencias.

—No sé si sea capaz de ponerme esto.

—Mor, esa es de las sencillitas, créame que hay unas que son mucho más atrevidas, por eso le traje algo que fuera más normal. De todas maneras sigue siendo ropa interior.

Miré a Juve con cierto temor. Ella puso los ojos en blanco y se rió, se estaba gozando la situación.

—Que se lo ponga no quiere decir que se lo vaya a comer, pues ya si pasa estaba preparada y se veía bonita. Mi mamá me contó que a ellas les rompían la ropa interior para que les diera pena y no fueran a hacer otras cosas, y lo peor era que les funcionaba, uno podrá ir mal dormida, sin plata, malgeniada pero nunca mal presentada.

APRENDER A QUERERTE - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora