- 25 -

426 29 43
                                    

No hace falta ver sus alas pa' creer

Que ella es el ángel que Dios me mandó

Pa' que me cuidara.

—Te Encontré, Lil Silvio & El Vega.

Viernes 18 de noviembre de 2022 - Campinas, Brasil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viernes 18 de noviembre de 2022 - Campinas, Brasil

Octavo semestre terminado, ya me quedaba uno y terminaba, ver tan cerca el final de la universidad me tiene sorprendida. En los últimos meses había pasado de todo, Richi estuvo un mes sin jugar luego de esa roja, pero regresó como titular, luego en un partido el 3 de octubre le habían vuelto a sacar roja a Richi pero su reacción fue diferente, se molestó pero no hubo pelea entre nosotros esta vez. Discutimos sí, pero por otra cosa. Celos. El 11 de octubre hizo su primer gol con ellos en el 88' y casi me voy para atrás cuando lo ví correr por toda la cancha y dedicarme el gol.

Me removí sobre la cama sintiendo al moreno abrazar mi cintura, estábamos en cucharita, no tenía ganas de pararme, la última semana había sido de parciales y me la había pasado desvelándome para estudiar, me merecía unas horas extras de sueño.

—Ya ví que está despierta —su voz adormilada me hizo sonreír con los ojos cerrados.

—Y pretendo seguir durmiendo un rato más —respondí acomodándome en la almohada.

De la cintura me hizo voltearme quedando de frente con él.

—Me niego a levantarme —protesté con los ojos cerrados y el ceño fruncido, donde me besó —muy lindo y todo pero duérmase.

Y es que por ti

Hago lo que sea, niña linda

Porque me has cambiado

Y le has dado color a mi vida.

Me acercó más a él pero no hice nada, con sueño no me molestaba nada ni nadie, mi papá dice que se me puede caer el mundo encima y yo no hago nada con tal de seguir durmiendo y eso era cierto.

—Duerma pues otro ratico —dijo besándome la cabeza, intentó levantarse de la cama pero lo detuve —me secuestró usted pues.

—Es que está todo calentito, quédese aquí.

—¿Le paso otra cobija?

Negué —La cobija no me puede abrazar.

—Tan mimada que se ha vuelto, tengo que ponerle la queja a don Juancho.

—Amor, de mi familia fui la primera hija, primera nieta, primera sobrina, por supuesto que fui muy mimada, y tú también contribuyes con eso.

—He creado un monstruo —comentó entre risas —pero uno muy hermoso de verdad que sí —buscó mis labios para unirlos en un beso tierno.

APRENDER A QUERERTE - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora